Innovar y transformar desde las disciplinas: experiencias claves en la educación superior en América Latina y el Caribe 2021-2022
3 1 Antecedentes Los avances tecnológicos y científicos de los últimos años, la ciencia abierta, el uso de repositorios y plataformas de datos, el desarrollo de software libre y la tecnología han traído a la biología, como ciencia, a un punto de inflexión (Cañibano et al., 2019). Dado que, como humanidad, los retos que enfrentamos en materia de ambiente, salud, energía y agricultura son de una complejidad cada vez mayor, los profesionales en biología deben contar con habilidades y destrezas de manejar grandes cantidades de datos, usar herramientas bioinformáticas, estadísticas, moleculares y analíticas, adaptarse con rapidez al cambiante escenario científico y trabajar en sinergia con otras ramas de la ciencia y otras disciplinas. Además, los nuevos biólogos deben contar con habilidades blandas, como capacidad de trabajo en equipo, autogestión, estrategias de comunicación y alfabetización (Duncan, 2011), inclinación a trabajar por la resolución de problemas sociales y ética, por mencionar algunas de ellas. Durante las últimas décadas, muchos científicos y educadores han llamado la atención sobre la necesidad de reestructurar la práctica docente para favorecer el desarrollo de las habilidades previamente mencionadas (Cooper et al., 2015). Pasando de una perspectiva tradicionalista centrada en el docente, a un enfoque activo centrado en el estudiante, que enfatice el desarrollo de experiencias de aprendizaje, que estimulen el pensamiento analítico, la resolución de problemas, creatividad e innovación y comunicación y toma de decisiones frente a las distintas problemáticas de la vida real (Aikens y Dolan, 2014; Snyder y Wiles, 2015; Triana et al., 2020). En respuesta a este y otros retos de la docencia, el enfoque STEM (por sus siglas en inglés que representan Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) se ha propuesto como guía clave para el desarrollo de procesos educativos atractivos, efectivos e innovadores (Esquer Zárate y Fernández Morales, 2020; Hazari et al., 2017), ya que favorece las experiencias de aprendizaje que incentivan la participación activa del estudiante, facilitan el acceso al conocimiento y aprendizaje, y fomentan el desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo (López Simó et al., 2020). Más allá del aula, las habilidades en las áreas STEM no solo se limitan a la capacitación académica, también, apunta a alfabetizar y dotar de competencias a los futuros ciudadanos para hacer una sociedad más capaz de involucrarse y dar respuesta a los retos científico- tecnológicos y sociales de la humanidad (Martín y Santaolalla, 2020). 427
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=