Innovar y transformar desde las disciplinas: experiencias claves en la educación superior en América Latina y el Caribe 2021-2022

3 2.2 El rol del estudiante Nérice (1990) , citado por Rivadeneira Rodríguez y Silva Bustillos (2017), afirma que “ el aprendiz no solo debe recibir los conocimientos ya elaborados, es oportuno que en la medida de lo posible sea capaz de construir por sí mismo ” (p. 10). Para esto , se re- quiere que los alumnos asuman la construcción de su aprendizaje, desarrollen la capa- cidad de defender sus opiniones con argumentos, acepten el cuestionamiento, compren- dan que pueden abordar el estudio de un fenómeno desde diferentes enfoques, desarro- llen valores de solidaridad, cooperación, respeto, comprensión y el pensamiento grupal (Rivadeneira Rodríguez y Silva Bustillos, 2017, p. 14). Para Elejalde Calderón et al. (2019, párrafo 43) , el estudiante debe esforzarse por desarrollar durante su formación habilidades investigativas dirigidas a buscar y analizar información, explorar, realizar indagación, análisis y solución de problemas, construir un marco teórico que incluya los resultados de la búsqueda bibliográfica, elaborar ins- trumentos, técnicas y procedimientos para la recopilación de información, analizar y expresar de forma oral o escrita los resultados obtenidos y desarrollar el pensamiento reflexivo crítico, entre otros. Además, deben desarrollar una actitud positiva hacia la investigación y activar el pensamiento creativo que le s permita producir idea s origina- les, así como, ser disciplinados, responsables, comprometidos organizados y tener há- bitos de lectura (Alejo et al., 2020, p. 296). 2.3 Las competencias investigativas Alamillo y Villamor (citados por Elejalde Calderón et al., 2019) definen las competen- cias como el “conjunto de comportamientos, habilidades, conocimientos y actitudes que favorecen el correcto desempeño del trabajo y que la organización tiene interés en desarrollar o reconocer en sus colaboradores de cara a la consecución de los objetivos estratégicos” (párrafo 11). También , se pueden interpretar como un sistema integrado por el s aber (los conocimientos), el saber- hacer (capacidades y habilidades) y el saber- ser (los comportamientos, actitudes y valores) , que conducen a un desempeño adecuado en el campo investigativo (Serrano de Moreno, 2020, p. 285; Elejalde Calderón et al. , 2019, párrafo 14). Las competencias investigativas se están abordando desde diferentes perspectivas y el reto que se está presentando es reformular el papel del docente como investigador y , a la vez, preparar a los estudiantes para que alcancen competencias que les permitan generar y manejar conocimiento s en su entorno laboral (Reiban Barrera et al., 2017, p. 400). Para Gayol et al. (2008) , la competencia investigativa está integrada por aspectos como el manejo de la bibliografía de forma crítica, la selección y delimitación del pro- blema de investigación, el abordaje individual y grupal, el diseño del proceso de vali- dación, verificación y legitimación de las hipótesis, la estructura y concreción de un proyecto científico (Rubio et al., 2018, p. 337; Elejalde Calderón et al., 2019, párrafo 26). Existen tres niveles de competencias investigativas; a saber, las básicas se relacionan con los conocimientos adquiridos de la investigación científica, las competencias com- plementarias se orientan a la divulgación o publicación y las avanzadas que se enfocan 17

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