Innovar y transformar desde las disciplinas: experiencias claves en la educación superior en América Latina y el Caribe 2021-2022
3 de las políticas de cuidado, la sensación de que daba lo mismo tomar medidas o no de rastreo o aislamiento de casos y contactos estrechos, planificar medidas buscando pr oteger la salud de la población o no hacerlo ” (p. 63). En un segundo término , y en este marco , ¿c uáles son las creencias que las personas sostienen respecto al cuidado de su propia salud? ¿De qué modo las personas sosti e- nen el autocuidado o bien, puede advertirse el autodescuido? ¿Cómo reconocer razo- nes múltiples por las cuales las personas presentan dificultades para el logro del au- tocuidado? ¿Cómo formular criterios que promuevan un cuidado de la propia salud y de los entornos de significación situados en el bien común y la construcción colect i- va? ¿Cómo pervive la salud individual junto a la salud familiar en el marco d e la sa- lud colectiva? ¿Cómo contribuir desde la formación de profesionales de la salud y de la educación a mayor conciencia y responsabilidad referida a la propia salud, la salud del entorno y el bien común? Variados problemas sin resolver en el campo de la salud, tales como la enfermedad cariogén i ca y la obesidad, por ejemplo, interp e lan a diseñar recorridos de formación no explorados. La construcción de aproximaciones sucesivas para la resolución de problemas, tanto como respues tas ligadas al uso de conocimientos diversos, constit u- ye una posibilidad apropiada: aprendizajes previstos y no esperados, aprendizajes que favorecen o aquello que obstaculiza. El discurso referido al campo de la salud requiere tratamientos específicos, según su dese mpeño corresponda a investigadores, profesionales, docentes o usuarios. Pu e- den configurarse de manera que los contenidos se consideren relevantes y pertinentes para la vida de las personas, sus familias y los proyectos sociales y políticos en que se ins criben. La formación de profesion a les de la salud y de la educación, tanto como de los docentes y la población en su conjunto, requiere modos singulares, e s pecíficos y reflexionados de comunicación y conocimiento. El encuentro entre campos disciplinares, en nuestro caso, educación y salud, tran si- ta problemáticas que operan como obstáculos presentes en algunas perspectivas de an álisis. Ante la necesidad de contar con aportes de disciplinas complementarias, sus conceptos, principios y perspectivas, Cols et al. (2001) señala n que las posturas re- duccioni s tas parecen ignorar que las ciencias de la naturaleza no se reducen a la física, ni las sociales a las de naturaleza. A la vez, las ciencias “interdisciplinares” y “meta- disci plinares” son de muy difícil ubicación en la clasificación tradicional, así como exi s ten tecnologías relacionadas con la información o con la gestión del medio. Los autores propone n, c omo g u í a adecuada, la noción de disciplina puente entre lo natural y lo humano. Seleccionamos la noción de disciplina puente debido a que se trata de una mirada conceptual que comprende lo biológico, lo humano, lo científico, lo intuitivo, lo so- cial, lo político. Pensar las ciencias de la salud como disciplina puente entre lo natural y lo humano permite profundizar en la complejidad implicada. Expone la imperiosa necesidad de diseñar dispositivos comprom e tidos con procesos de formación, recono- cer lo importante y favorecer intervenciones profesion a les compatibles con una per s- pectiva de conjunto. Asimismo, respetar la especificidad de cada una de las discipli- nas comprometidas al priorizar la construcción de puentes y diálogos. 269
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