Innovar y transformar desde las disciplinas: experiencias claves en la educación superior en América Latina y el Caribe 2021-2022

3 1 Introducción La enseñanza presencial ha sido la modalidad de enseñanza - aprendizaje tradicional en las instituciones educativas desde hace décadas (De Sanchez, 2020). No obstante, a raíz de la pandemia por COVID 19 surgida el año 2020, las instituciones educaciona- les chilenas se vieron en la necesidad de migrar hacia una docencia a distancia (MINSAL, 2020, 2020a, 2020b, 2020c). Este tipo de docencia se entiende como una estrategia educativa basada en la aplicación de la tecnología al aprendizaje, sin limita- ción del lugar, tiempo, ocupación o edad de los estudiantes, donde l a tecnología pasa a ser un componente didáctico adicional a los que se utilizan en la docencia tradicio- nal (García, 1987; Fernández, 2002). Para el caso de la Universidad de Chile, debido a la premura en su implementación y a su falta de planificación, más que una docen- cia a distancia como tal, se considera una docencia remota de emergencia (DRE) (UChile, 2020a, 2020b). La DRE es un nuevo concepto, que nace para describir la docencia a distancia implementada de manera abrupta (o de “emergencia”) por las instituciones educativas a nivel mundial, debido a la imposibilidad de continuar con las clases presenciales, por la contingencia sanitaria originada por la COVID - 19 y se entiende que , una vez pasada la emergenc ia, volverán a su modalidad original (Hod- ges C et al., 2020; Crespo - Antepara, 2021). La educación a distancia requiere un alto grado de interés y compromiso del estu- diantado, ya que e ste será responsable de su aprendizaje y es quién deberá planificar y organizar su tiempo para responder a las exigencias del curso. En este tipo de educa- ción, cobra mayor relevancia el rol docente como facilitador y creador de situaciones con medios innovadores, que permiten al estudiantado desarrollar cambios de conduc- ta y habilidades (De Sanchez, 2020). Entre las facilidades de la docencia a distancia para el estudiantado , se incluyen la flexibilidad horaria, personalización de contenidos, autonomía en el aprendizaje y posibilidad de estudiar en diferentes espacios (casa, lugar de trabajo , etc). Para el profesorado a su vez, las facilidades incluyen la posibilidad de trabajo remoto, trans- misión de la información de manera rápida, innovadora e interactiva y creación de nuevas experiencias formativas. Algunos estudios, indican que los beneficios del aprendizaje a distancia incluyen la eliminación de la barrera del tiempo y el espacio en el desarrollo de la enseñanza - aprendizaje, el acceso rápido a la información e in- tercambio de la misma, mayor comunicación entre docente y estudiante , ya que pue- den contactarse por diferentes vías , como el correo electrónico y plataformas, entre otras (Díaz, 2014; Fernández, 2002; Ferro et al., 2009). Entre las dificultades para el profesorado, se observa la necesidad del manejo tec- nológico adecuado para el diseño de las clases a distancia, mayor inversión de tiem- po / esfuerzo en la preparación de e stas y exigencia de un mayor compromiso docente (Díaz, 2014; Fernández, 2002; Ferro et al., 2009). Para el estudiantado , las dificulta- des incluyen la necesidad de contar con un computador, teléfono o tablet con cone- xión a internet, mayores probabilidades de distraerse, dando lugar también a que al- 163

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