Innovar y transformar desde las disciplinas: experiencias claves en la educación superior en América Latina y el Caribe 2021-2022
3 Según Pereira, citando un trabajo suyo, esto podría explicarse a la luz de las relaciones de poder que comúnmente ocurren en el aula, caracterizadas por dominio del docente y sumisión del estudiante (Pereira, 2010). Sin embargo, también podría ser un reflejo de insatisfacciones con el proceso de cambio en el modelo educativo, así como de la evolución socio cultural que acrecienta brechas generacionales y trastoca significados que antes se daban por sentado. Incomprensión o abuso del rol docente La formación pedagógica o la falta de esta es reconocida como un factor que influye decisivamente en el aprendizaje (Quiroz y Franco, 2019) y que, además, predispone a una relación negativa. Cuando un docente carece de esta formación su práctica se convierte en una reproducción de las formas y metodologías a las que él mismo estuvo expuesto en su profesionalización, más los significados resultantes de esta experiencia (Gallardo y Reyes, 2010). Resultando, en muchos casos, incoherentes con el modelo educativo propuesto y también con las formas y maneras de ser de la evolución social, lo cual se constituye en obstáculos en la comunicación con el aprendiente. Esta formación insuficiente puede conducir al desconocimiento de técnicas y estrategias didácticas e incluso a no comprender, cabalmente, cual es el rol que el docente debe desempeñar en la construcción del aprendizaje. En estas condiciones es muy probable que el docente termine asumiendo actitudes de abuso o maltrato hacia los estudiantes, destruyendo cualquier vínculo socio afectivo positivo posible. Actitudes negativas del docente Como se mencionó antes, la falta de formación pedagógica y la incomprensión del rol docente en el modelo educativo pueden conducir a actitudes negativas. El autoritarismo es una de dichas actitudes que contribuyen a crear un clima insalubre en el aula de clase, con los consiguientes efectos sobre el aprendizaje (Pereira, 2010), tal como lo reconocen también Gallardo y Reyes (2010). Sin embargo, los efectos de esta actitud no se limitan al ambiente áulico, se crea una imagen negativa del docente, que se propaga entre generaciones de estudiantes. La indisciplina docente en el cumplimiento tanto de sus funciones como de las normativas establecidas es valorada por los estudiantes como una actitud negativa que no aporta al establecimiento de una buena relación interpersonal, ya que como afirman Zapata et al. (2010), afecta la confianza en el logro de los objetivos entre ambos actores (Gallardo y Reyes, 2010). La desmotivación docente fue una de las actitudes negativas destacadas por los estudiantes y por los docentes. Puede ser multifactorial y se han identificado factores de orden externo e interno -macro y microcontexto según Yan (2009). Sin embargo, lo que sí está plenamente identificado es el rol primordial que juega el docente en la motivación o desmotivación propia y del estudiante. En el presente estudio, se analiza desde la perspectiva de la relación docente estudiante, lo que correspondería al microcontexto. Corno y Kanfer (1993), citados por Yan (2009), proponen varias 137
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