La convivencia escolar desde el discurso de sus actores

intensa en quien así le ha tratado, y entregando una autoridad moral a dicho docente (Van Manen,1998). Es en este momento, en el cual el clima dentro del aula juega un rol muy importante, puesto que se verá infuido por las percepciones que tenga el docente respecto a las capacidades, actitudes y comportamientos que presentan los estudiantes. En un aula se siente un aire distinto cuando el docente considera que sus estudiantes tienen la capacidad y potencialidad de aportar de manera signifcativa; que su diversidad es un recurso y no un problema, por otra parte, percibe que es posible superar con ellos las difcultades; que ellos están motivados por adquirir conocimientos; que su inquietud puede ser canalizada como recursos para aprender y crear. Las expectativas del docente juegan un papel muy importante en el rendimiento que pueda alcanzar el estudiante, en el cumplimiento de tareas y de su imagen personal, infuyendo en lo que es su comportamiento (Arón y Milicic, 1999). Es en este espacio de interrelaciones, que las percepciones y expectativas de los estudiantes hacia sus profesores, juega un rol muy importante, ya que las descripciones y valoraciones que los estudiantes hacen acerca de las habilidades, destrezas, carisma, nivel de conocimiento del docente, afectarán la percepción de sus relaciones al interior del curso. Lógicamente, las percepciones con una connotación positiva tenderán a vincularse con mejores climas dentro del aula (Mena y Valdés, 2008). Con respecto a las relaciones entre los estudiantes, Gijón (2004) se refere a que son estas personas las que diariamente mantienen intercambios entre sí, donde poco a poco su identidad personal, su amistad y sus confictos se van generando en las relaciones entre iguales. 87

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