La convivencia escolar desde el discurso de sus actores
Cabe destacar el desequilibrio que se presenta entre estas dos posturas. Las prácticas de los docentes se encontrarían más cercanas a los extremos, donde por un lado se observa lo estricto, lo vertical, lo impuesto, lo autoritario, liderazgo del profesor que permite destacar la relevancia de la relación profesor-alumno. El tipo de relación que establecen con sus educandos, construye las representaciones que tienen ellos en cuanto al rol que debería cumplir el docente en el aula. Es posible tipifcar estos comportamientos en dos tipos: permisivos y autoritarios. En ambos casos los ambientes son tensos, producen comportamientos y prácticas pedagógicas nocivas para una saludable convivencia en el interior de la sala de clases. Al analizar, se observan las fuertes tensiones que contienen los discursos respecto a cómo son las relaciones que establecen los profesores con los alumnos en el aula. Preocupa constatar que de alguna manera habría fsuras en el desempeño de su rol como docentes. En consecuencia, estas representaciones develan la existencia de fuertes trabas que marcan el ambiente de manera central. Las conductas muy permisivas que visualizan los alumnos, crean un grado de incertidumbre generando un ambiente nocivo que altera las redes de relaciones que interactúan al interior del aula. Al parecer, una relación blanda, pasiva, sobre protectora, conlleva a la representación de una postura laxa, indiferente en cuanto al rol y tarea que el docente debe cumplir. Por el contrario, acciones muy autoritarias y controladoras generarían resistencia traducida en transgresiones a las normas. Ambas polaridades relacionales implican la gestación de un ambiente inadecuado y nocivo: “Los profesores son muy blandos uno les dice que ponga orden en la sala y que diga algo que se imponga ante los desordenados, en cambio, ellos (los profesores) no responden, como que nos les 69
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