La convivencia escolar desde el discurso de sus actores

escenario macro de la globalización y de lo que se ha denominado la “sociedad de la información” (Castells, 1996), donde el efecto de estas transformaciones recae sobre el sistema educativo. Tenti Fanfani (2007) da cuenta de dichos efectos al señalar que se provoca en ellos, debido a los cambios vertiginosos, una ansiedad y pérdida de confanza en aspectos de convivencia y pedagógicos, entre otros, por no sentirse preparados. La confanza reduce la ansiedad, permite un juicio más equilibrado y facilita la innovación. Sin embargo, existe una pérdida de confanza en la sociedad postmoderna que provoca desconfanza en las relaciones interpersonales y en las propias instituciones (Troman, 2000). Estos aspectos de las relaciones de convivencia al interior de la entidad educativa, no conducen a desarrollar un clima de convivencia sano y de respeto entre sus miembros. Según Mena I, Romagnoli C y Valdés a (2006), un clima social escolar infuirá en la convivencia y a su vez será producto de las formas de convivencia de la institución. Pues, “se refere a la percepción que los individuos tienen de los distintos aspectos del ambiente en el que desarrollan sus actividades” (Aron y Milicic, 1999, pp.25). Por otra parte, los resultados bajo la mirada de los docentes de aula, se orientan a que la convivencia está tensionada por no existir acuerdos en la aplicación de sanciones, por ejemplo, indican que no existe claridad sobre la apariencia que deben tener los estudiantes en la escuela. Agregan que esta situación se complejiza, en una escuela donde el trato entre los estudiantes se caracteriza por el uso de un lenguaje soez y agresiones, lo cual también se evidencia en las relaciones que mantienen con sus docentes. Con respecto a lo anterior, los docentes señalan que esta actitud se debe a que no los consideran una imagen de autoridad y respeto. Añaden que este comportamiento de cierta manera también lo tienen los apoderados con ellos. 37

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