La convivencia escolar desde el discurso de sus actores

La negación jurídica de la ‘Juventud’ instala la idea de incapacidad de agencia social de los jóvenes, con lo cual se valida el lugar secundario del joven alimentando el desinterés por ellos, puesto que no son clientes electorales potenciales. Con ello, la Juventud no resulta un mercado electoral interesante para la clase política y la institucionalidad. Por otro lado, el marco republicano en tensión con el Estado Neoliberal, provee del desentendimiento del Estado de bienestar, lo que genera vulnerabilidad e indefensión de los grupos sociales excluidos, entre ellos los jóvenes, exclusión que además queda respaldada con la inexistencia jurídica de los mismos. D. Demanda civil y social: El control comunitario El control comunitario como demanda y propuesta central de la asamblea resulta de la síntesis de la demanda civil y social. Retomando aspectos de la Escuela Nacional Unitaria, se evidencia la mantención de las tensiones históricas no resueltas sino que incrementadas con el modelo educativo neoliberal. El modelo del control comunitario sería un dispositivo de fortalecimiento de la comunidad como protagonista de las demandas sociales por un lado, fscalizador de la organización civil de las mismas y de la institución escolar, por otro. Surge también como una propuesta reconfguradora de las relaciones entre el Estado y la comunidad, en la que ésta última emerge como un actor estratégico para el funcionamiento de la escuela, tanto en aspectos organizativos como práctico curriculares. Se trataría de un modelo descentralizado del Estado y focalizado en el territorio. Lo anterior releva nuevamente las contradicciones entre el rol del Estado y la comunidad y el territorio, en el sentido de que evidencia la ruptura del concepto unitario y nacional del Estado al tiempo que lo despojaría de la labor reproductora del 282

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=