La convivencia escolar desde el discurso de sus actores
no de los adultos), cuando permanentemente son comparados y cuando incentivan la competencia más que la cooperación, cuando responden de mal modo o “no te pescan” dice un joven secundario. La circunstancia de no escucharlos o no tomarlos en cuenta para las decisiones importantes es una forma violenta de expresar “no nos importas”. Otras visiones de los jóvenes que ilustran esta situación son las siguientes: “El matonaje de alumnas mayores a alumnas menores que hacen que no haya una buena convivencia al interior del liceo”. (Entrevista) “Una mala convivencia escolar, como peleas entre compañeros, malos tratos hacia los demás”. (Entrevista) “Yo creo que a veces hay algunos alumnos que se creen los mejores y que son molestosos, y promueven a otros alumnos y a algunos les bajan su autoestima con sus molestias”. (Entrevista) Sin duda que la tarea de construcción de una cultura escolar democrática al interior de la escuela (liceos y colegios) es urgente y ésta no se entiende sin la generación de espacios de encuentro, convivencia, participación y por lo tanto de validación de todos los actores educativos que conforman el mundo escolar. Consideramos importante para que la escuela se constituya en un espacio de formación ciudadana recrear las condiciones para que se integren y articulen los aspectos pedagógicos, formativos, normativos y administrativos generando un quehacer institucional escolar integrado. Desde esta perspectiva, develar como la escuela está trabajando en la formación ciudadana y cómo está presente en el imaginario de nuestros estudiantes ha sido altamente interesante pues nos permitirá reconfgurar procesos de formación ciudadana que tengan como eje central la 252
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