La convivencia escolar desde el discurso de sus actores

una serie de pautas culturales con una identidad concreta que debe ser conocida y valorada, pues en conjunto confguran los elementos constituyentes de ciudadanía. Estas difcultades y otras que se aprecian debidamente en el texto hacen necesario considerar dos elementos constitutivos de la ciudadanía, como son su contenido y su titularidad. Recogiendo entonces la complejidad y profundidad del concepto de ciudadanía es imprescindible que nuestra aproximación se oriente a problematizar su signifcado especialmente en lo que se refere a su contenido y para ello apelamos a las representaciones sociales que manifestan los sujetos sobre ciudadanía, sobre valores vinculados a su despliegue como competencias ciudadanas y su relación con el Estado. En este sentido, podemos afrmar que las interacciones e intercambios sociales se confguran fundamentalmente considerando las representaciones que los ciudadanos tienen sobre sí mismos y su capacidad para vincularse en el marco del ejercicio de la titularidad de derechos y deberes con las instituciones del Estado y del resto de la sociedad. Así, por lo demás, lo reconoce Oraisón (2005, p. 2): “La compleja y profunda construcción socio histórica de la ciudadanía es fundamentalmente pedagógica ya que opera sobre la conformación del imaginario y de los hábitos y actitudes que expresan distintos roles y posiciones dentro del sistema político y de la sociedad civil”. Estas representaciones permiten a los sujetos decodifcar, interpretar y actuar de una forma determinada conforme a la realidad que vivencian. Estas realidades incluyen “las formas de acción, los juicios, sentimientos y valoraciones de las personas sencillas, de la gente común” (Villarroel et al., 2004, p. 181) que constituyen confguraciones culturales y 235

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