La convivencia escolar desde el discurso de sus actores

observadas, o indagar acerca de si los directivos solo se ajustan instrumentalmente a las políticas y lineamientos ministeriales, coartando la promoción de espacios para un dialogo participativo. Nos encontraríamos ante una disociación entre las exigencias pedagógicas de logro, efciencia y un ejercicio profesional en el marco de realidades culturales y sociales muy heterogéneas y demandantes. Las consecuencias, el incierto ejercicio de un rol en un contexto social móvil, cambiante, junto a la primacía de la tecnología y mundos virtuales en ámbitos de pluralidad cultural, que los desbordan como cuerpo profesional agudizando una situación de desvalorización social y pérdida de status. Dos culturas polares conviviendo en la escuela De acuerdo a los hallazgos de estos estudios, en muchos espacios escolares predominan las manifestaciones de violencia, como modelo del entorno, de los medios de comunicación, de las redes sociales, pero no hay un reconocimiento explícito de la violencia que la propia institución genera e incuba. Este aspecto es relevante. La coexistencia de culturas en oposición que no se reconocen en sus identidades y subjetividades, explica los quiebres y las disputas en un territorio tan formalizado como es la escuela. En consecuencia, era importante, desde la perspectiva de estos estudios, develar estructuras conceptuales intrincadas respecto a las formas que asumen las culturas escolares, sus prácticas, ideas y creencias, los signifcados asociados al tránsito por la escuela y sus manifestaciones en la práctica. Estos estudios han puesto de relieve un complejo entramado, de estructuras conceptuales entrelazadas y de 22

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