La convivencia escolar desde el discurso de sus actores
Llama la atención el uso cotidiano de la expresión mamis, papis con la cual se nombra a las paradocentes e inspectora. Se enuncian ciertos afectos o la necesidad o expectativa de contar con ellos, pero a su vez se invisibilizan los roles de autoridad que siempre están. La expresión “mami” tensiona la expectativa de un adulto que cuida como madre, pero que en concreto actúa como un referente permanente de orden y de límites: “me llevo bien con las mamis, son como las mami.” (Sofía, 3º medio). “hay mamis que, que uno las quiere harto, o sea, uno las quiere harto, uno se preocupa de, de no sé, un día en la mañana le tira una talla o le dice eh, le silba, cualquier cosa y ellas se ríen con nosotros. En cambio, hay otras que, pucha, en vez de…yo entiendo que no toda son iguales, pero en vez de también ellas alegrarse un poquito el día, se preocupan todo el día de estarnos retando. Entonces esa no es la gracia porque igual nosotras estamos solas acá, poh, bueno independiente que tengamos todas nuestras compañera, nuestras amiga y por algo nosotras a ellas les decimos mami, porque ellas, eh… cumplen el papel de una mamá que no está con nosotros.” (Marcela, 3° medio). “¿Tú no le dices mami a las paradocentes? Ahora sí poh, pero en ese tiempo fue como que me costó harto, porque era como: oye, dile mami, porque si no, no te va a pescar. Y yo no, no y me, estuve como dos meses intentando decir mami, después fue como ¡yaaa!” (Paola, 4º medio). Los afectos Los afectos de las compañeras en contextos de desapego familias son fundamentales, para enfrentar las presiones académicas y el cotidiano: 211
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