La convivencia escolar desde el discurso de sus actores

“Y claro, de repente se te acaba el tiempo, como que el tiempo te consume acá, a pesar de que tenís una rutina acá, te levantai a una hora, te acostai a una hora, totalmente militar, así. De hecho, la otra vez la misma mami me dijo un día: ¡yo no sé de qué alega si esto es como un regimiento! y fue como: sí, lo sé ¡pero no me lo diga! ¡si duele cuando lo dice! (riendo)” (Andrea, 4º medio). 5 Oportunidad y pérdida: la huella del yo Las condiciones de vida, cotidiano y rutinas, el día a día normado del internado, es concebido como una oportunidad y costo necesario para avanzar en un proyecto de vida que implica el acceso a una educación de mejor calidad y una profesión, pero igualmente genera tensiones, e impacta en las internas. El internado, en tanto oportunidad, cuenta con algunas tutoras o profesoras que “ayudan a las más chicas a estudiar y se les da alojamiento y comida de lunes a viernes. Me dice que la asistente social de la UMCE le envía personas. Las reglas son no entrar hombre y disponer de 19:30 a 21:30 horas. Ex alumnas, no porque confraternizan mucho.”Diario de campo, cena. Goffman (2001) alude a la mortifcación del yo: “La mortifcación del yo, es sistemática aunque a menudo no intencionada.” (p. 27). Si bien nombrar los efectos o impacto en las alumnas, de la disciplina del internado como mortifcación del yo, puede considerarse exagerado, por no tratarse de una situación de malestar absoluto y universal, si creemos que hay ciertos niveles, o en algunos casos, mortifcación al yo: “Como que a veces humillan a las niñas, y eso lo digo súper clara en lo que estoy diciendo-Tú dices ¿En mostrarle que no pagan?-; Por ejemplo…porque yo conozco una niña que no paga, que tiene excelentes notas, excelentes, no paga, y le sacan en cara que no paga…” (Nicole, 4º medio). 200

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