La convivencia escolar desde el discurso de sus actores

Se vislumbra en sus discursos, una crítica a un poder hegemónico que a juicio de ellos ejercería la escuela y específcamente se muestran críticos respecto a las prácticas autoritarias que ejercerían algunos profesores. La autoridad se problematiza en esas voces, se detenta o se acepta, el nudo se produce en la crítica a su ejercicio por el profesorado que derivaría en autoritarismo. El autoritarismo se manifestaría en las aulas no solo como estilos de relaciones interpersonales, sino como cierre hacia una comunicación plena porque son estilos que no permiten el diálogo ni la participación, lo que implica una contradicción con los discursos reiterados de una formación integral. ¿Y los profesores? Existen de acuerdo a muchos testimonios, dos polos en tensión u oposición, profesores tipifcados como “blandos no ponen orden, no escuchan” que presentan diferencias en el trato, testigos contemplativos de desórdenes masivos no controlados y en el otro extremo, docentes controladores y cerrados al diálogo. Sin embargo, hay en esos discursos, un reconocimiento a la diversidad de posturas que ellos asumen en sus prácticas, sus diferencias respecto a los criterios normativos, muchos de ellos, sin claridad en las formas de abordar las transgresiones a las normas. A manera de ejemplo “la mirada de los profesores sería diversa y no habrían acuerdos respecto a las sanciones a aplicar” “algunos apoyan las sanciones mientras otros las rechazan” Por otra parte las relaciones entre estos actores estratégicos, entre pares y en relación a los equipos de gestión, los profesores consultados, las observan como distantes, básicamente porque los equipos directivos no “ brindarían 20

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