La convivencia escolar desde el discurso de sus actores

Esta rutina constituida de una cadena de actividades secuenciales, dotan de pertinencia analítica al concepto de institución total, propuesto por Goffman (2001). Este concepto nos permite interpretar los sentidos que subyacen en los discursos y acciones de los distintos actores y en la cotidianidad del internado. Como se indicó anteriormente, el fn en este caso es culminar los estudios secundarios. Todo transcurre conforme a la rutina: levantarse a las 6 o al menos demorar la acción, ducharse, bajar a desayunar, ir a los lockers, subir a las sala. Las normas son explícitas e impuestas y supervigiladas por un cuerpo de funcionarios, acá la mami inspectora y las mamis paradocentes de cada pabellón; ellas cierran y abren puertas, anotan miran y escuhan. En los lugares regidos por instituciones totales, se superponen las experiencias vitales, las del trabajo. En este caso, estudio, diversión y descanso. “Nosotros tenemos una pauta, una pauta del día, no podemos llegar y hacer las cosas que se nos ocurra, no podemos decir: “ya, voy a comer más tarde y voy a estudiar antes” ¡no! tiene que ser así, como dice la pauta, entonces durante estos seis años que he estado, ya mi vida ha sido, me he tenido que acostumbrar a la rutina de acá, y en mi casa como que sigo la misma rutina” (Nadia, 4º medio) Por otro lado, en las entrevistas las alumnas establecen una diferencia con las media pupilas, en el sentido que las que están internas deben responder a una disciplina mucho mayor, que implica quehaceres diarios como siempre hacer su cama, acceder a las comidas en los tiempos que corresponden, y sin alternativas, una de ellas señala: “Porque acá…es todo diferente poh o sea por ejemplo yaa todo…ya la media pupila llega, yaa…, se levanta, no hace su cama. La mayoría de las personas no hace su cama cuando salen en la mañana, nosotros tenemos que hacerla…yaaa, ellas se levantan, ya listo se bañan…eh, a lo mejor toman desayuno y 192

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=