La convivencia escolar desde el discurso de sus actores
“No sé si casarme, pero sí convivir con alguien.” (Gloria, 2º año); “…los estudios primero, y después vamos a ver qué pasa.” (Karina, 2º medio) “…me gustaría casarme, pero más adelante, sacar mi carrera, vivir sola, salir, viajar, no sé poh, por los países que yo quisiera. Y después ya sentar cabeza tomar la, una vida normal, tener familia, tener hijos pero eso ya a largo plazo.” (Karina, 2º medio) Una secuencia que reproduce un orden vital pero que pretende romper un orden social: “Mi mamá ni siquiera terminó la Media.” (Paola, 4º medio) Varias de ellas además contemplan con su posterior inserción laboral apoyar a sus familias (salud, educación, etc.) y responder a la expectativa de sus familias de ejemplaridad: “…es que mis papás quieren que sea el ejemplo de mis demás hermanos, entonces tengo que…es como…como un cargo, entonces tengo que ser profesional sí o sí.” (Daniela, 1º medio). II Segunda escucha: el camino a la interpretación 1 Acá dentro: lo cotidiano, lo rutinario, lo obvio Lo cotidiano pudiera interpretarse directamente como lo rutinario, sin embargo la mera repetición o reiteración no constituye necesariamente lo cotidiano. Habrá situaciones que por más reiteradas que sean, mantienen un carácter extraordinario. Lo rutinario hace parte del orden de lo cotidiano, cuando es concebido o vivido por los individuos como tal, como algo efectivamente rutinario: “Lo que caracteriza al evento cotidiano, es que es vivido o signifcado desde un particular modo de observación del sujeto. Es una vivencia en 190
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