La convivencia escolar desde el discurso de sus actores
colonización como adaptaciones a la situación de control del internado. En este marco de demandas nacionales y locales, el internado se suma inéditamente en ambos años a las movilizaciones nacionales; esos estudiantes se reconocen hijos e hijas de la democracia, sin temor al conficto y al fantasma inmovilizador de quienes vivieron la dictadura; usan fotolog y Facebook, movilizando a multitudes. Sin embargo, en 2011, la acciones no solo recrudecen en masividad, sino en la extensión de las tomas de los liceos. Ese último año, el internado fue tomado y retomado por sus estudiantes, con el resguardo de algunos padres y madres, el conficto se agudizó y culminó con una decena de estudiantes expulsadas y una treintena con condicionalidad. En su desarrollo, el edil de la comuna indicó que la toma se tornó en un puterío, puesto que se permitía el ingreso de hombres y la convivencia de pololos con las chicas (Ciper Chile, 2012). Ante la ofensa, la vocera estudiantil del Internado hizo un llamado a sumarse a la marcha "Marcha de las Prostitutas" contra el alcalde, puesto que “tiene políticas machistas, tiene políticas segregadoras y el tipo es así. (…) vamos a hacer todas las manifestaciones posibles en contra de la opresión de género". (El Mostrador, enero 2012) Las estudiantes no aceptan las disculpas públicas y se suman a la manifestación el Liceo N°1 de niñas de Santiago. El actual Proyecto Educativo Institucional del Internado agrega que desde el año 2012 el establecimiento formará también a estudiantes de los niveles de básica en los cursos de 5° y 6°, retomando los orígenes del Liceo N°3 que acogía a niñas desde los 6 años. Tanto en la misión y visión institucional se ha cambiado el término ‘mujeres’ por ‘ciudadanos’. Según Elsie Rockwell (2009) “resulta inconcebible la idea de una escuela que no ‘cambia’ o que cambia solo con la 182
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