La convivencia escolar desde el discurso de sus actores

El grupo en general evita juntarse con las víctimas y tratan de invisibilizarlos y excluirlos socialmente, esta lógica responde al temor que al aceptar a la víctima, ellos podrían pasar a ser objeto de burla y acoso. “...nosotras no queremos juntarnos con ella porque dicen que es chana” (Entrevista niña) Si a través del tiempo se mantienen o aumentan las agresiones, las víctimas se vuelven más solitarias, menos sociables, no tiene deseos de asistir a la escuela, comienza a presentar signos físicos como dolor de estómago, dolor de cabeza para ausentarse de la sala y del colegio, no tienen ganas de estudiar, están más irritables, presentan baja autoestima.. “…entonces todo el curso se fue contra él y se quedó sin amigos y el año pasado falto varias semanas por que estaba muy mal, lo llevaron al psicólogo porque no quería venir al colegio” (Entrevista niño) Los otros, cómplices y observadores. Los terceros, este grupo constituidos por los observadores y/o cómplices, son los que vienen a cerrar el ciclo de acoso en los escolares. Los observadores son aquellos que al producirse una situación de acoso, reaccionan mirando para otro lado, haciéndose los lesos, no involucrándose a pesar de ser amigo de la víctima, guardan silencio, asumen su rol de observadores. “Se ríen, miran para otro lado, no les importa” (Entrevista niña) Por otro lado tenemos a los cómplices, que también suelen ser observadores, pero más activos, son amigos del acosador pero anhelan obtener el rango, quieren ser 160

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