La convivencia escolar desde el discurso de sus actores

Polaridad de los roles implicados: Los choros y las víctimas. El agresor, es aquel que conoce y utiliza muy bien la dinámica del acoso es el denominado por sus pares como choro y una de sus características de acuerdo a los testimonios es el que se relaciona con personas más grandes que él, es el que fuma y toma alcohol, lo que imprime a su imagen, un aire de superioridad ante el resto de sus compañeros. No sé, yo nunca he visto nada pero fuman, toman se juntan con personas más grandes” (Entrevista) El choro, sabe cómo manejarse con los adultos, estableciendo una relación amable y cortes, pero manteniendo la actitud de choro buena onda. Pero cuando la autoridad no está presente, está buscando a quien hacer víctima de sus acosos, sabe cuándo y cómo puede agredir (verbal o físicamente), maneja claramente las artimañas para infuir en la víctima para mantenerlo atemorizado y que no lo delate. “si me han pegado fuerte,” (Entrevista niño) El choro impone respeto, tiene rango y es respetado entre sus pares, este respeto puede ser por temor, por amistad o simplemente para no ser molestado. El acosador se ve, así mismo, como una especie de ídolo que necesita de público para llevar a cabo sus agresiones, necesita de los terceros (cómplice u observador) para lograr la aprobación y reconocimientos a su actuar, algo fundamental para su rol. Si estos últimos no están presente, no tienen sentido sus agresiones ya que esto no le otorga ningún benefcio por el contrario podría ser catalogado como un abusador. “si es mi amigo pero no en el colegio… 158

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=