Inter- y transdisciplina en la educación superior universitaria: reflexiones desde América Latina
201_ Núcleo de Investigación en Inter- y Transdisciplina para la Educación Superior (NITES) INTER ! Y TRANSDISCIPLINA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR LATINOAMERICANA Sección II: Investigaciones y aproximaciones temáticas Celeste Box la prueba de hipótesis intermedia en el equipo de investigación), y pu- blicar, refutarnos. volver a publicar, refutarse, revisar, publicar una vez más, reformular y dar lugar a visiones disímiles (desde las articulables hasta las odiosamente irreconciliables), es una dinámica constante que debe ser voluminosa y es algo que podemos ostentar sólo en cantidades macrobióticas hoy por hoy. Esos mismos procesos que están presentes en la genealogía epistémica y en la densidad epistémica actual de otros temas de investigación en la ciencia social argentina, como pueden ser los estudios sindicales, la política comparada, las industrias culturales o la sociología de la educación, y a tantas otras áreas del conocimien- to social. Dotarnos de teorías nuevas, reformulación de las conocidas, aprender nuevas herramientas tecnológicas de trabajo con datos, entre otras eso nos permitirá ensamblarnos en equipos, y, además, agregare- mos valor, porque con más y mejor teoria social especí " ca podremos hacer hablar más a los datos y exprimirles aún más conocimiento. En ese momento seremos profesionales necesarios en los equipos, y tendre- mos una ciencia (social) de datos. Comenzar este camino es totalmente plausible en el sistema público de educación superior en la actualidad. Incluso, con las herramientas que tenemos: los seminarios, los laboratorios, los grupos de investigación, las redes informales entre unidades académicas, los acuerdos de acti- vidades conjuntas incluso entre dos especialistas. Estas dinámicas van generando proyectos y comunidad. Comencemos y sostengamos espa- cios acotados, atendamos los verdaderos puentes (como ser una nece- sidad en los equipos de ciencia de datos para interpelar datos, controlar sesgos, criticar resultados), que las fastuosas estructuras universitarias vendrán después. Y quizás vengan bajo formatos institucionales dife- rentes a los acostumbrados en la Argentina: pueden simplemente au- mentar su volumen y espectro al convocar colegas de instituciones que no poseen espacios relacionados al tema, pueden surgir de la articula- ción con el sistema de educación superior privado, o bien del exterior. Después de todo, la labor con datos, la cultura del desarrollo (horizon- tal, afín al error y al trabajo conjunto, la propia ética hacker) ya debería habernos enseñado a no concebir nuestro campo con los vestigios aca- demicistas tradicionales. Cualquiera sea nuestra incidencia en el siste- ma de educación superior público, el objetivo es el mismo: tenemos que construir, fortalecer y nutrir un campo. Esa parece una tarea de lo más prolí " ca, nada sencilla pero sí muy interesante.
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