Los tratados entre la Nación Mapuche y la Corona de España

80 Carlos Contreras Painemal iban en acrecentamiento. Y que al presente ellos andaban in- quietos no teniendo lugar seguro por los montes y quebradas, con sus mujeres e hijos, buscando lugar seguro para que los españoles no los hallan, no se atreviendo a morar ni vivir en tierras llanas y buenas y fértiles siendo suyas, ni tener semen- teras en ellas, viviendo y sembrando como viven y siembran en tierras ásperas e infructuosas y en ellas son de los españo- les maloqueados y ellos y sus mujeres y haciendas muertos, presos y talados sin tener remedio ni seguridad en ninguna parte como ellos mismos lo ven por vista y experiencia y que su señoría viendo sus trabajos y considerando su disminución y deseando se conserven en sus tierras gozando dellas y de sus mujeres, hijos y haciendas, puesto que tienen posible y poder para conquistarlos por armas por excusar su perdición y sa- near su conciencia les amonesta vengan a la obediencia del rey nuestro señor, poblándose en sus tierras e haciendo en ellas sus casas e sementeras, tratándose e comunicándose con los españoles como hacen los demás naturales deste reino ques- tan de paz, los cuales como ven ellos propios están quietos, se- guros y hacendados en sus tierras y casas, sin que se recelen de persona alguna y que les ofenda y que lo mismo será con ellos viniendo de paz. Y que les guardara justicia como a vasallos de Su Majestad y que entiendan que no haciendo lo contenido les hará cruda guerra y a sus personas, mujeres e hijos y hacien- das hasta traerlos por fuerza de armas a la obediencia del rey nuestro señor. Los cuales después de haber oído y entendido el dicho razonamiento quedaron en consulta para responder a la proposición de su señoría los caciques siguientes: Regua

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