Los tratados entre la Nación Mapuche y la Corona de España

105 Los Tratados celebrados por los Mapuche con la Corona Española ción, residencia que es de los Gobernadores, continuó el To- que Lincopichon y los demás Caciques y otros que iba convo- cando las correspondencias de la paz prometida, enviando sus Embajadores y viniendo en persona á ver á su señoría, llamán- dose los unos á los otros con las buenas nuevas que llevaban á sus tierras, del agasajo, regalos, presentes y caricias, que les franqueaba su grande liberalidad y calificada nobleza. Fuese tratando todo este tiempo de las paces, y que á asentarlas vol- viese el Marqués á sus tierras, haciendo segunda entrada; la cual se dispuso aún más lucida y poderosa que la primera, porque se juntó un valiente y numeroso ejército de dos mil y trescientos y cincuenta hombres de pelea, sin los muchachos y demás gente de servicio, y entre ellos no pequeña parte de lo mejor del reino, todos con muy lucidas armas y caballos, que pasaron de diez mil, los mejores, más ligeros, generosos y valientes que huellan la América, y no deben nada en sus talles, airosidad y bizarría, á los famosos andaluces que pisan las riberas del Bétis. Eligióse por Patrón desta jornada al Apóstol del Orien- te San Francisco Javier, por la singular devoción con que el Marqués le venera, y así le dedicó la primera población que se hiciese, y le lleva en su guión por correspondiente á la In- maculada Concepción de la Virgen Santísima. Y advirtió un curioso, que en los actos públicos de solemnidades y misas cantadas que se dijeron antes y después desta jornada, y en el discurso della, siempre que se arrimó el guión á la pared al

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