El cultivo del duraznero hacia el siglo XXI

79 componentes celulares en distintos tejidos del organismo, para dar lugar a una serie de efectos beneficiosos para la salud. La diabetes, una ECNT considerada como resultado del estilo de vida, es una amenaza cada vez mayor a nivel global con una gran parte del gasto público en salud dedicado a combatirla. Un modo para reducir su impacto es el consumo de frutas frescas como los duraznos y nectarinas. Una de las propiedades de los compuestos fenólicos presentes en estos frutos es su efecto anti- diabético, al disminuir la absorción de azúcares en el intestino. Esto ayudaría a evitar un aumento del índice glicémico luego de la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos de cadena larga como el almidón, presente en las papas y en los productos a base de harinas. Al ser ingeridos, el almidón debe ser digerido por enzimas presentes en la saliva y de jugos intestinales. Estas enzimas, llamadas α -amilasas, se encargan de “cortar” la cadena de azúcares que forma al almidón, reduciéndolo a los eslabones que lo conforman (glucosa), el cual es absorbido a nivel intestinal, aumentando el índice glicémico. Algunos flavan-3-oles como la catequina o epicatequina son capaces de inhibir las α -amilasas presentes en la saliva y en las secreciones intestinales, disminuyendo el nivel de digestión de carbohidratos en alrededor de un 40%. Este efecto podría ayudar a personas que presentan patologías como la diabetes, a quienes una disminución en la absorción de glucosa u otros azúcares simples podría ayudar en la estabilidad de su índice glicémico. Otros compuestos como el ácido elágico, presente en la pulpa y piel de duraznos y nectarinas, tendría una actividad antidiabetes al estimular el crecimiento y multiplicación de las células que secretan la insulina (células β pancreáticas), aumentando la actividad antioxidante y disminuyendo el índice glicémico, mediante el aumento de los niveles de insulina en el plasma sanguíneo. Otro importante efecto de los compuestos presentes en duraznos y nectarinas es el anticancerígeno. Una serie de estudios realizados en la Universidad de Texas A&M ha revelado efectos anticancerígenos por parte de extractos de compuestos fenólicos en durazno ‘Rich Lady’. En primer lugar, los investigadores demostraron que los extractos de duraznos ricos en ácido clorogénico y neoclorogénico podían detener el crecimiento e incluso inducir la muerte celular de ciertas líneas celulares de cáncer de mama (línea MDA-MB-435), sin tener efectos negativos para células sanas de tejido mamario (línea MCF-10A). Unos años más tarde, el mismo grupo de investigadores reportó un estudio en ratones de laboratorio, que mostró que la administración en la dieta del extracto fenólico de ‘Rich Lady’ disminuyó significativamente el establecimiento de tumores mamarios, así como los niveles de metástasis a nivel de tejido pulmonar. Simulando una administración en humanos a través del consumo de estos duraznos, los investigadores estimaron que, para disminuir el riesgo de metástasis o ramificación del tumor a otros tejidos, las pacientes diagnosticadas en fases primarias de cáncer debieran acompañar las terapias recomendadas con el consumo de dos a tres duraznos al día (Noratto et al., 2013). Existen otros estudios en los que se han sugerido efectos beneficiosos por el consumo de duraznos y nectarinas, por ejemplo: la capacidad antinflamatoria de extractos de durazno mediante el bloqueo de la producción de moléculas mediadoras de la respuesta inflamatoria llamadas citoquinas (Gasparottoi et al., 2014); prevención de enfermedades cardiovasculares por la inhibición del factor de hipertensión angiotensina II, a través del consumo de extractos de durazno (Kono et al., 2013); y la potencial capacidad del consumo de jugo de durazno para disminuir el avance de la enfermedad de Alzheimer, mediante la inhibición de las colinesterasas, asociadas con la detención del impulso nervioso a nivel cerebral (Szwajgier et al., 2012) . Duraznos de pulpa roja o “betarraga” En el antes citado estudio del INTA (Speisky et al., 2012), no se incluyó al “durazno betarraga”, ecotipo muy tradicional en huertos caseros de la zona centro-sur de Chile y también presentes en el germoplasma tradicional de España, Italia y Francia. Estos ecotipos se caracterizan por tener un contenido de compuestos fenólicos (particularmente antocianinas de color rojo intenso) similar a la ciruela de pulpa roja. Los “duraznos betarragas” tienen un contenido de fenoles totales que va entre los 270 y 524 milígramos por cada 100 gramos de fruto fresco, e incluso se han reportado selecciones con hasta 1.260 milígramos por cada 100 gramos de fruta, que

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