Historias de vida de directoras escolares: contexto y voces
34 HISTORIAS DE VIDA DE DIRECTORAS ESCOLARES: CONTEXTO Y VOCES La maternidad: una tensión constante para la conciliación trabajo-familia Otro factor determinante para el desarrollo profesional de una mujer es la maternidad. Este se ha transformado en un punto crítico de la conciliación trabajo-familia para las mujeres, ya que uno de los principales conflictos entre el trabajo y la maternidad se expresa en la sobrecar - ga del rol. Las mujeres evidencian altas exigencias tanto a nivel laboral como doméstico que están asociadas al desarrollo profesional, situación que las lleva a consumir tiempo, energía y recursos, los cuales muchas veces no se hayan en concordancia con las condiciones laborales y suponen nuevas formas de trabajo, tales como la doble jornada laboral. Esto se enmarca en una visión que entiende que los mercados laborales no presentan características problemáti- cas, sino que existen personas problemáticas, categoría en la cual se considera el caso de las mujeres que son madres o pueden llegar a serlo (Ansoleaga y Godoy, 2013). El informe de la OECD (2020) indica que la distribución del trabajo remunerado y no remune- rado en una pareja comienza a bifurcarse cuando tienen un/a hijo/a. Se trata de un patrón común a todos los países, incluidos aquellos que se supone se caracterizan por actitudes igua- litarias más consagradas y por la igualdad de resultados en el mercado laboral. De igual modo, en Chile y en el resto del mundo, la maternidad tiene un fuerte impacto en la fuerza laboral de las generaciones más jóvenes, lo que se hace visible en una cantidad importante de madres de niños y niñas pequeños/as que se retiran (temporalmente) de la fuerza laboral producto de la maternidad. Si consideramos cargos directivos por parte de mujeres, esta situación se complejiza aún más, en la medida en que estas posiciones exigen, por lo general, mayor cantidad de tiempo en el trabajo, situación que muchas veces obliga a las personas a dejar de lado otras esferas de sus vidas para poder cumplir con las responsabilidades que demanda dicho puesto laboral (Stock et al ., 2014). Eckman (2004) demuestra que un porcentaje menor de mujeres en cargos directi- vos tienen hijos/as en el hogar (no ocurre lo mismo con los hombres), lo que conlleva a pensar que las mujeres no están siendo contratadas o no están buscando ese tipo de cargos mientras sus hijos/as tienen poca edad. Se infiere que la administración del hogar, incluido el cuidado de los hijos, requiere asumir responsabilidades que se deben compatibilizar con las tareas que la función directiva requiere, lo que muchas veces se traduce en un doble trabajo. “Las mujeres directoras estaban y todavía están trabajando para un doble turno” (Acker, 1994, p.183): esta es la forma que han encontrado para superar la barrera del “techo de cristal”. También se hace necesario destacar que existe una tendencia que demuestra que las mujeres acceden por primera vez a la dirección con más edad que los hombres y con mayor experien- cia educativa (Eckman, 2004). Esto da cuenta de lo ya mencionado: lo complejo que es para las mujeres compatibilizar la vida personal con la profesional, situación que se ha evidenciado, históricamente, no tan solo en los cargos directivos, sino que en el acceso al mundo del tra- bajo. A pesar de que cada vez más las mujeres son capaces de lograr compatibilizar la carrera profesional con la vida familiar, aún existen diferencias en la asignación de responsabilidades domésticas y en los niveles de apoyo que estas requieren (Coleman, 2007). En cualquier caso, para las mujeres trabajadoras, optar por la maternidad se presenta muchas veces como una gran dificultad, ya que significa exponerse a un nivel de exigencia que obliga a no prestar la atención necesaria al espacio personal. Para cumplir con las exigencias sociales impuestas no resulta extraño que se recurra de manera constante al apoyo de la familia para el cuidado de los/as hijos/as, la externalización de la labor del cuidado (Moorosi, 2010) o al desa- rrollo de una doble jornada de trabajo (Sabater, 2014).
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