Régimen de gobierno y sistema político: elementos para el debate constitucional

40 Universidad de Chile . 2021 ¿Cómo revertir esta situación de crisis que afecta al sistema de partidos considerando el momento constituyente y la definición de la nueva institucionalidad? La respuesta a esta interrogante exige estructurar una pronta propuesta que permita su arraigo tanto en la sociedad como en los actores políticos. Para esta interrogante no existen soluciones simples. Se ofrecen a continuación algunas propuestas que pueden aportar a la discusión sobre la base de la literatura más reciente (Avendaño, 2021b): Primero, pensar en nuevas características para el régimen po- lítico y la forma de gobierno, debido a que incentivan o desincen- tivan ciertos funcionamientos institucionales. Al respecto, se ha sugerido que los modelos de orientación semi-parlamentaria (o semi-presidenciales), o parlamentaria, resultan más propicios para el fortalecimiento de los partidos permitiendo a estos recuperar protagonismo en la discusión política. La dinámica del parlamen- tarismo limitaría el funcionamiento díscolo y/o personalista que actualmente se presenta en el sistema de partidos porque el des- tino electoral de los parlamentarios se vincula al éxito o fracaso del gobierno instaurado por la mayoría parlamentaria. Por ende, se estimula el reforzamiento de la vida partidaria. Sin embargo, sobre este punto la Mesa sobre Régimen de Gobierno y Estructura del Estado no alcanzó un acuerdo, debido a las dudas que surgieron sobre el proceso de implementación de un modelo parlamentario, y la necesidad de contar con puntos de base como partidos fortale- cidos, situación que actualmente no existe . Segundo, mejorar los incentivos para el acceso a cargos públicos y de representación popular, lo que guarda relación directa con el sistema electoral. El sistema electoral proporcional ha generado avances en la representación de minorías, si se compara con el modelo binominal que le antecedió. Pero también ha generado dis- funcionalidades, como, por ejemplo, la fragmentación de partidos. Tomando en cuenta las características socioterritoriales del país, lo pertinente sería proyectar una fórmula mixta que combine mode- los electorales mayoritarios y proporcionales. Por ejemplo, una fór- mula uninominal para zonas menos pobladas y proporcional para zonas más pobladas. Tercero, discutir los modos de financiamiento de los partidos y la garantía de discusión pública plural. En esta línea sería necesario reafirmar la necesidad de un financiamiento público en conside-

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