Régimen de gobierno y sistema político: elementos para el debate constitucional

26 Universidad de Chile . 2021 defienden estos modelos se ha sostenido que tales requisitos son necesarios para que cualquier régimen funcione, no siendo solo condición del parlamentarismo. Al mismo tiempo, se menciona que probablemente un modelo electoral con listas cerradas pueda for- talecer la disciplina lo que podría ser abordado mediante vía legis- lativa. Además, se menciona, que este tipo de régimen requiere de un Parlamento distinto al que se conoce añctualmente en Chile, con más atribuciones y representantes operando bajo nuevas lógicas. Con todo, se ha argumentado que los incentivos del parlamenta- rismo generan mejores condiciones para que en mediano plazo se pueda fortalecer el sistema de partidos. Ahora bien, a pesar de este debate, sigue abierto el problema de la transición, es decir, si es que se decidiera pasar de un presidencialismo a un parlamentaris- mo debe existir un tiempo de transformación. Semi-parlamentarismo, una propuesta de transformación Larraín y Voigt (2021) han realizado recientemente una propuesta para moderar el régimen parlamentario. Con ella buscan respon- der al arraigo cultural que tiene en Chile la elección del presidente de la república y reparar a la vez las dificultades que plantea dotar de mayor poder político a partidos que hoy se hallan en un alto grado de desprestigio. Observando el proceso desde la economía, han argumentado que un régimen político mal estructurado tiene costos económicos relevantes, lo cual se puede medir, por ejemplo, en menor capacidad de generación de empleo, menor generación de recaudación tributaria y por lo tanto de proveer bienes públicos, entre otros. La propuesta pretende mejorar la eficiencia de la toma de deci- siones e incentivar institucionalmente los acuerdos. En tal sentido, se propone: i) un sistema republicano con un Presidente electo por votación popular y un Primer ministro, nombrado por el Presiden- te, en quien este delega encabezar el gobierno. ii) Concentrar las funciones presidenciales en los instrumentos de continuidad del Estado, lo que incluye nombramientos clave, la elaboración de una agenda de desarrollo, la posible intervención en conflictos políti- co-institucionales y la observación de tratados internacionales. (iii) Los problemas de corto plazo y de labores de gobierno se transfie- ren íntegramente al Primer Ministro/a, inclusive en materias como

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