Voces de la Universidad para la educación del nuevo Chile

19 Voces de la Universidad para la educación del nuevo Chile. tarde, un hito aún más determinante -la movilización estudiantil encabezada por los estudiantes universitarios en 2011- paralizó al sector educativo por cerca de seis meses, demandando el “fin al lucro” y una educación “pública, gratuita y de calidad”, rechazando así la creciente mercantilización de la educación arrastrada desde la dictadura. Por su parte, en 2015, profesores y profesoras alzaron su voz contra el proyecto de ley de Carrera Docente impulsado por el se- gundo Gobierno de Michelle Bachelet, y mantuvieron un paro du- rante más de 50 días. Aunque esta movilización estalló por una ley coyuntural, el descontento del profesorado se arrastraba desde la dictadura; la precarización de las condiciones laborales, la fal- ta de reconocimiento como trabajadores públicos y las constantes evaluaciones de desempeño, eran parte de las demandas que no obtenían respuesta satisfactoria para el magisterio. En años recientes, el Mayo Feminista de 2018 –en el que parti- ciparon activamente estudiantes- puso sobre la mesa elementos que no habían estado en el debate en años anteriores, como las lógicas sexistas y patriarcales en los espacios educativos. Durante esa movilización, y a la par de los procesos vividos a nivel global como el movimiento Me Too , sus demandas instalaron la demanda feminista en el debate público nacional, apostando a una transfor- mación de la sociedad en su conjunto. Por su parte, las y los estudiantes secundarios tuvieron un activo rol durante el estallido social en octubre del 2019, convocando a jornadas de evasión de pasajes tras el alza del transporte público. Detonaron así el levantamiento social más importante de las últi- mas décadas y que dio paso al momento político actual. Como se puede observar estos movimientos fueron construyendo un tipo de sujeto que se relaciona con la educación no solo de manera “peti- cionista”, sino que también queriendo ser partícipe de ella. De esta forma, el momento actual nos invita a reconstruir un pro- yecto país de educación. Se trata de recuperar la noción de lo co- mún, de lo público, para la educación. Ello significa preguntar qué educación queremos en miras al futuro, cuál debiese ser el rol del Estado frente a ella, y qué principios deberían orientar el quehacer educativo en Chile, con miras a construir una sociedad de derechos para todos y todas los habitantes del país.