Títulos de la República de Chile a la soberanía i dominio de la Estremidad Austral del continente americano: refutación de la memoria histórica que en 1852 ha publicado en Buenos Aires don Pedro de Angelis con el objeto de sostener la soberanía i dominio de la República Arjentina sobre el mismo territorio (1853)

-73- ofuscar con el bulto podria revelarnos el oríjen de razonamiento tan descabellado. Nadie ignora que el territorio en cuestion está poblado por hordas salvajes. Esos bárbaros re– conocen la soberanía de las autoridades españo– les; pero la reconocen como bárbaros, sin adoptar las costumbres de los cristianos, ni respetar las leyes que rijen a los otros colo:1os. Por eso en todo tiempo han acometido a los viajeros, i algu– nas veces aun han asaltado las ciudades mismas. El robo i el pillaje entran para ellos en el catálo– go de las cosas permitidas. De aquí resulta que la responsabilidad de los mandatarios por la conducta de los subditos de esta especie, no es la misma que por la conducta de los subditos civilizados. Están Qbligados a re– primir sus demasías ; pero hallándose esos bár– baros en condicion diferente que_los <lemas habi– tantes, lot4 medios de accion de.un gobierno son mucho ménos eficaces sobre ellos, i por lo tan– to t'e clisminuye su responsabilidad por los pro– cedimientos de esos individuos, colocados en cir– cunstancias eapeciales. De lo dicho se sigue 16jicamente que los paises limitrofes, que sufren los perjuicios, tienen de– recho para evitarlos por sí mismos, miéntras el soberano de la tierra se encuentra en estado de impedirlos. Estos principios que se aplicarían sin dificul– tad de nacion a nacion, ofrecian todavía ménos inconvenientes tratándose de dos .provincias de 10

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