Títulos de la República de Chile a la soberanía i dominio de la Estremidad Austral del continente americano: refutación de la memoria histórica que en 1852 ha publicado en Buenos Aires don Pedro de Angelis con el objeto de sostener la soberanía i dominio de la República Arjentina sobre el mismo territorio (1853)
n2 1765.-Don .Antonio Guill i · Gom:aga.-Señor don Juan Antonio Garreton, gobernador de Chiloé~ Excmo. señor.-El cuidado de estorbar las contínuas irrupciones de los indios huilliches , puelches i otras nacio– nes ·ultramontanas sobre los caminos i estancias de los partidos de Mendoza, San-Luis de la Punta, prnvincia de Córdova i hasta las inmediaciones de Buenos-Aires, nie empeñ6 casi todo el tiempo que serví la comandancia je– neral de la frontera de este reino en tomar las medidas conducentes a sujetar a aquellos bárbaros i hacerles sentir nuestra fuerza apesar de su distancia. Con este objeto procuré siempre mantener nuestra amistad ·i alianza eón los pehuenches, sus rivales i nuestros mas esforzados ami– gos, dispensando a estos ademas de un particular i suave trato, t:>das las ventajas que yo creia proporcionadas a .inspirarles sentimientos favorables hacia ellos mismos , poder de obrar con independenla de los huilliches i cuan– to podia causar a estos celo contra aquellos. Sea por efec– to de estas medidas, u otras casqalidades que concurrie– ron, al cabo de algun tiempo , t logré separar i aun hacer– romper a los huilliches i demas corsarios de las pampas con los indios de Chile, i temeroso:,¡ aquellos de ser cas– tigados con el ausilio de estos por sus insultos i depreda– ciones, llegó su caudillo princip&l Llanquitur a solicitar someterse con seiscie11to11 de sus m,ocetones a mi dispo– sicion el año de 1784 ; pero rompi6 pérfidamente sn· pro– mesa i co.ntinu6 sus correrías, no solo contra las posesio– nes españolas, sino tambien sobre los mismos pehuen• ches tan abiertamente, que obligó a estos a ponerse en defensa i sostener una guerra bastante sangrienta eri los años de 1788 i 89, cuyas campañas ya felices, ya adver• sas a los principios, hacian mui dudosa la suerte de estos, siendo mui inferiores en número a sus enemigos, i veri- . similmente habrian sido aniquilados sino hubiera hecho pasar a ciertos tiempos algunos pequeños destacamentos de tropa en su ausilio , i puéstoles por este medio en es– tado de atacar a Llanquitur dentro de sus tierras mismas, lograr cortarle la cabeza en la accion misma en que con-
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