Derechos de las personas mayores en la nueva constitución

26 Universidad de Chile . 2021 ninguna otra condición, y que resulta sumamente sugerente esta- blecer en una potencial nueva Constitución, donde todas las per- sonas podamos seguir gozando de una buena vida sin perjuicio de la capacidad económica y adquisitiva que se posea. En esta misma línea, se plantea que, así como reconoce la vida buena, también se debe garantizar una muerte digna para todas las personas, idea que si bien se puede inferir de algunos derechos, sería importante explicitar como un eje constitutivo de derecho en sí mismo. Por otra parte, se sugiere tomar como referencia el concepto de ciudades y comunidades amigables con las personas mayores 2 -acuñado por la OMS/OPS- que ha sido puesto a prueba en diferen- tes programas gubernamentales, y que podría contribuir al efectivo cumplimientos de los derechos, dada la amplia cantidad de tópicos que abarca. Del mismo modo, no basta con garantizar el “derecho a la vivienda”, sino que se debe caracterizar qué tipo de vivienda es propicia para las personas mayores, para ello se sugiere hablar por ejemplo de “derecho a la vivienda inclusiva” y “acceso a un terri- torio inclusivo”, poniendo sobre la mesa elementos indispensable para una buena vida de las personas mayores y que consideren las condiciones socioeconómicas, físicas y emocionales desde la diversidad de este grupo etario. Por último, se sugiere abrir la discusión sobre el concepto de tra- bajo y la necesidad imperante de avanzar hacia un sistema de se- guridad social digno, de modo que el trabajo no sea una imposición social por falta de recursos después de la edad de jubilación. 2 “Una ciudad adaptada a las personas mayores es un entorno comunitario integrador y accesible que optimiza las oportunidades de salud, participación y seguridad para todas las personas, a fin de velar por la calidad de vida y la dignidad de las personas a medida que envejecen. Más específicamente, en una ciudad adaptada a las personas mayores, las políticas, los servicios, el entorno y las estructuras apoyan y permiten un buen envejecimiento mediante: el reconocimiento de la amplia gama de capacidades y recursos de las personas mayores; la anticipación y la respuesta flexible a las necesidades y preferencias relacionadas con el envejecimiento; el respeto a las decisiones de las personas mayores y a sus elecciones de modo de vida; la protección de las personas más vulnerables; y la promoción de la integración de las personas mayores en todas las esferas de la vida comunitaria” (Organización Mundial de la Salud, 2015)

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