Modernización del Agro: adaptación al cambio climático en la agricultura familiar campesina

10 Prólogo Presentación El cambio climático es un hecho real e irrefutable, percibido a escala humana y con base científica que no admite cuestiona- miento. Este fenómeno está provocando alteraciones aceleradas en los patrones climáticos del planeta y, de no mediar acciones paliativas tanto en mitigación como adaptación, podría afectar seriamente las condiciones de desarrollo humano y generar im- pactos adversos a los recursos naturales, poniendo en riesgo la salud humana, la producción de alimentos, las condiciones de ha- bitabilidad y muchos otros factores que debilitan una senda para el desarrollo sustentable. El planeta ha pasado por diversas condiciones climáticas a tra- vés de los tiempos, desde períodos de glaciaciones hasta estados de calentamiento global. Estos cambios se han producido en largos períodos de tiempo –los llamados períodos geológicos– permitien- do así procesos de adaptación evolutiva de los diversos ecosiste- mas. Sin embargo, actualmente estamos experimentando un proce- so de calentamiento acelerado que, además, ha sido causado por la actividad humana: principalmente por la combustión de fósiles como fuente energética y por la reducción de los sumideros naturales por deforestación mundial. Esto último se debe al cambio de uso de los suelos, particularmente para la agricultura y ganadería, así como la expansión de zonas urbanas. Es evidente que las transformaciones en los patrones climáti- cos ponen en riesgo la producción de alimentos, lo que afecta a la agricultura con períodos prolongados de sequía y con eventos cli- máticos extremos, como granizadas, lluvias de gran intensidad, tor- mentas, olas de calor, insolación, etc. Actualmente, 72% de la superficie en Chile sufre de sequía en algún grado; de un total de 345 comunas a nivel país, 156 presen- tan riesgo de desertificación, amenaza que podría afectar a más de seis millones de habitantes en el país. En los últimos 10 años la zona central –que comprende desde la región de Atacama a la región del Maule– ha tenido sequías prolongadas con un déficit de precipita- ciones anuales cercanas a 70%. Lo anterior, considerando que se pronostica una tendencia acentuada de disminución de precipitacio- nes en los próximos años1. Por esta situación el Gobierno, a través del Ministerio de Agricultura, el año 2019 declaró emergencia agrícola en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y Maule, destinando gran cantidad de recursos para enfrentar los di- versos efectos que trae consigo la sequía y la disponibilidad de agua para riego y consumo humano. En este contexto, INDAP propuso realizar talleres con usuarios en todas las regiones para recoger la percepción de productores y campesinos de la AFC frente a este fenómeno, buscando –en con- ⚪ 1CONAF. 2016. Estrategia nacional de cambio climático y recursos vegetacionales.

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