Tránsitos y trans-formaciones: Foro de las Artes 2021
t r á n s i t o s y t r a n s f o r m a c i o n e s 52 Badoo. Digo el último porque fue el último offline , y porque hablar de úl- timas veces hoy ya no es una exageración, sobre todo en lo que respecta al WOB= the world of before. Sí, eran días en los que varios en este país ya estaban recluidos volun- tariamente, y días en los que la policía de la moral de las redes, los co- ronafachos , como les empecé a llamar, ya andaban vigilantes, de lo que hacías, no hacías, a donde ibas, si es que ibas, si es que te comportabas “mal”, si eras poco “responsable”, poco “consciente”, poco “aséptico”. En esos días me pegué el último revolcón, cuerpo a cuerpo, con sudor, harto besuqueo y lengua, con ganas. Le conté sólo a mis amigos más cercanos; a esos que me dirían bien ahí, aprovechaste, te quedaste con un lindo recuerdo de WOB . Revelarlo a alguien más podría significar mi apedreo virtual, weona es super peligroso lo que hiciste . Peligroso ya no era follar sin condón, peligroso era follar –y peor– besar. Al día siguiente, en la tienda Erótica, me regalaban una bolsa llena de vibradores de última generación y múltiples lubricantes de sabores, tex- turas, olores. Habíamos preparado una serie de videos sobre “mastur- bación en tiempos de crisis”³, y poco sabía entonces hasta qué punto pasaríamos, quizás PARA SIEMPRE, masturbándonos y sobre-utilizando estos juguetitos y estos ungüentos, viendo porno de WOB y recordando los sabores, texturas y olores no de las cremitas y los objetos, sino de los besos, las pieles, las musculaturas, los pelos. Recordé que, apenas unos días antes, nos reíamos de cómo si llegaba el coronavirus, todas las mujeres de Chile que habíamos estado saltan- do en pelota y besuqueándonos el 8M íbamos a estar contagiadas. Me reí de eso con varios pre-coronafachos. Una de ellos, mandó hace unos días un mensaje alarmista a un grupo de wsp: “todes les que habíamos estado en esa marcha, debíamos ir a hacernos el test y demandar al Es- tado –como se estaba haciendo en España– por la imprudencia de haber acaso permitido esa marcha”. A ella, la respetaba. Abandoné ese chat. Luego, la gente empezó a subir actividades online. Creo que eso es lo que más me ha gustado y me ha servido estos días de encierro. Tomo to- das las clases que puedo, de mindfulness, de yoga. Los profes de crossfit empezaron a enviar rutinas. Las he hecho todas. Todos los putos días. Si no tuviera casi 40 años, diría que tengo el estado fí- sico que tenía a los 25. Sólo que ahora soy Sarah Connor c a p í t u l o 1 . d e s t i e m p o s y é p o c a ( s ) 3 Puedes verlos en el IGTV de @cuerpospoliamorosos
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