Tránsitos y trans-formaciones: Foro de las Artes 2021

t r á n s i t o s y t r a n s f o r m a c i o n e s 26 distintas etapas de “gravedad”, de acuerdo a las condiciones impuestas por la autoridad sanitaria, la creación artística como hecho y proceso, ha tenido que sortear una multitud de tránsitos y transformaciones durante los cuales, ha acentuado o reformulado diversas aristas: metodologías de procesos creativos, formatos y canales de difusión y reflexión del quehacer artístico, búsqueda de interrogantes artísticas que antes no estaban en la palestra, etc. La experiencia del Foro de las Artes 2021, como también las reflexiones que en esta publicación se recopilan, constituyen un intento que, a la vez que cuestionan y reflexionan sobre la condición presente, avizoran y trabajan con metodologías que permiten observar y cuestionar la misma visión de futuro que ahí se produce. Así también, es posible compren- der este problema de destiempos e improvisaciones como un debate entre distintas posturas, como también los múltiples grises que pueden existir ahí. Como una recontextualización del choque entre apocalípticos e integrados, lo que ahí recrudece como un problema político, es pre- cisamente la condición del cuerpo en relación a su performatividad, a su capacidad de instituir sentido en un mundo virtual que, además, se encuentra sobrepoblado de estímulos sensoriales y sensuales. Lo artís- tico y lo político se encuentran en la misma condición de existir en un cuerpo. De esta forma, es la relación misma con el espacio y el tiempo lo que obliga a reflexionar sobre los cambios que hemos experimentado a nivel de cuerpo, pero sobre todo, a su condición político-estética, que recién estamos empezando a comprender. Como concepto, “espacio” contiene diversos rendimientos teóricos, uno de ellos desde la filosofía trascendental en tanto categoría que proble- matiza una relación entre sujeto y objeto. En esa relación, una forma de comprender la tensión es desde la condición de la posibilidad: como una ocupación donde se produce el sentido. Por tanto, se escapa de la condi- ción física del espacio, constituyendo más bien un terreno simbólico que “se ocupa” o “se toma”, para ser dotado de sentido. Esta suerte de trans- mutación tiene su consecuencia en que muchos de estos espacios no se encuentran socializados o, en otras palabras, requieren un proceso de construcción comunitaria que no se encuentra arraigado en un espacio físico --y en términos artísticos, aquí cabe desde la plaza pública hasta la sala de ensayo--, sino en un entramado de avatares, píxeles y voces distantes, conviviendo con miles de estímulos distintos. a p e r t u r a

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