Tránsitos y trans-formaciones: Foro de las Artes 2021
t r á n s i t o s y t r a n s f o r m a c i o n e s 154 hecho un rato atrás. Yo creo que lo que fue muy importante durante esta pandemia, fue la forma en que los artistas y también las personas que admi- nistran salas, etcétera, se apropiaron de la herramienta digital. ¿Qué hicieron? Cuando hubo el primer confinamiento, todo el mundo estuvo completamen- te encerrado y estuvimos confinados, tal como lo estuvieron ustedes. Y fue muy duro. Entonces, muy rápidamente, el mundo de la cultura se dijo que iba a proponer obras —pueden ser captaciones de espectáculos que existían previamente, que estaban en los cajones de las grandes compañías—, o bien otros artistas dijeron “vamos a proponer nuevas obras”, humorísticas a veces y, en otras oportunidades, nuevas creaciones. Vimos, por ejemplo, bailarines que entrenaban en su cocina, vimos artistas que actuaban una obra orques- tada y cada uno estaba en su casa. Es decir, vimos cosas absolutamente ex- cepcionales. Por lo tanto, hubo un florecimiento de oferta artística que no es- taba destinada solo a distraer a la gente, sino también a enviarles una señal. Primero, darles felicidad, porque eso es lo primero que aportaban esas obras, pero también mantener (vivo) el contacto con el público y tal vez, incluso, am- pliar al público, dirigiéndose a personas que nunca habían asistido a la ópera, pero que de un día para otro podían escuchar fragmentos de ópera, etcétera. Entonces yo creo que fue un momento muy importante ya que va a ser de- terminante para lo que siga, para el momento de la reapertura. Creo, espero, que no vamos a reabrir de la misma manera. Porque algo pasó. Esta ruptura, la longitud de este cambio —se abre, se cierra, se reabre—, esto cambia algo. Primero que nada, nos dimos cuenta de hasta qué punto la cultura aporta algo y hasta qué punto puede ser indispensable. Forma parte de la vida. Usted dijo en su introducción que formaba parte de la democracia. Creo lo mismo, yo diría que [la cultura] simplemente forma parte de la vida y de tanto cerrar los espacios culturales, estamos quebrando una parte de la vida, sembramos un poco de muerte. Entonces, creo es importante abrir rápido —aunque no se pueda hacer con la misma composición en la sala, porque hay que mantener distancias físicas, etcétera—, pero creo habrá que abrir rápidamente y conti- nuar proponiendo obras en formato digital. Me gustaría agregar algo en mi calidad de economista. Se han propuesto muchas medidas, pero nos dimos cuenta de que no había modelo económico en todo esto. Podíamos proponer espectáculos gratuitos, magníficos a veces, pero, desde hace un tiempo, los museos proponen visitas a exposiciones, las grandes salas de ópera proponen también espectáculos no caros en Internet. ¿Y cuál es la idea? Primero, pasar el mensaje de que la cultura no es gratuita. Vale algo, cuesta algo, económicamente hablando. Segundo, será necesario encontrar modelos económicos sostenibles. c a p í t u l o 4 . c o n v e r s a t o r i o n o c h e d e l a s i d e a s
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