Comunidad y América Latina: avances decolonizadores
73 acaso que lo que manifiesto es un acto de ventriloquia, o peor aún, un acto de canalización de otros muertos, pero no cualquier muerto. Muertos eurocéntricos, y como tal, hegemónicos. Todo lo que una persona perciba, o llegue a conocer directamente mediante las expresiones de los muertos, le posibilita ver las cosas como "son verdaderamente" y se le presentan como una orientación en la vida cotidiana (Von Wangenheim, 2009. p. 199). La respuesta es buscar realizar, en congruencia con lo expresado antes, un ejercicio que permita mostrar cómo muchas veces nuestros discursos, y, por ende, los conceptos y categorías que usamos, se encuadran en lo doctrinario que busca proponer modelos alternativos a los predominantes, dejando atrás muchos silencios, y por ello, muchas reflexiones que realizar. Mal que mal ese es nuestro trabajo. Reflexionar y privilegiados somos. Un ejemplo de ello es creer que el “pensamiento débil” contrario al “pensamiento fuerte” (Metafísica) como realización, sólo puede provenir desde el sur de américa, cerrando con ello la posibilidad que otras latitudes se unan al esfuerzo por re-equilibrar las hegemonías. “Para superar la vieja modernidad de los grandes dogmas: comunismo, fascismo, liberalismo, asumimos que los ideales absolutos nos conducen a errores absolutos que desembocan en experimentos totalitarios con víctimas” (Vattimo, 2016, Párr. 4). Pues supone que: El pensamiento débil es una anarquía no sangrante. Es demasiado débil para organizar atentados. Se trata de propiciar áreas de libertad para los sujetos débiles, de emancipar al hombre. Hay una componente emancipadora en la desorganización de las democracias tardoindustriales. La
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