Comunidad y América Latina: avances decolonizadores

58 g) El objetivo de la comunidad no es la evolución sino la convivencia. El concepto de progreso es evolucionar, ir hacia adelante, alcanzar metas superiores, pero esa es la lógica del paradigma occidental, objeto de gran critica en la época reciente. Por el contrario, desde lo comunitario, lo relevante es la convivencia, el compartir con otros, es vivir en compañía, sin pretensiones de logros mayores. La convivencia es estimular la emergencia de lo afectivo y la admiración por lo que nos rodea, sin la pretensión de alterar las cosas, menos de desvalorizarlas, sino compartir su expresividad y compartir. h) La realidad es un proceso. No se busca definir la realidad como algo objetivo, sino en una conjunción con lo subjetivo, donde se evita la manipulación que conlleva a degradar y a consumir. Sino ser parte integrante de la realidad, en base a un ritmo compartido, donde la causa y sus efectos se diluyen más bien en un proceso, ajeno al cumplimiento de metas, donde lo relevante son los sentidos que emergen de una dinámica conjunta. Entendemos que los pueblos primeros tienen elementos ricos que permiten visualizar con más claridad la episteme. No obstante, las comunidades son algo dialéctico y, en su relación con la sociedad, son transformadas, positivamente o negativamente, y desde allí surgen otros énfasis en la constitución de otras epistemes. Por tanto, lo señalado no necesariamente es lo que define las matrices subjetivas de la comunidad, sino que es un punto de partida, una base, un sustrato desde el cual ya podemos conformar otras dimensiones más completas y más complementarias. Referencias Agudelo, C. (2006). Dilemmes du Multiculturalisme et populations noire en Colombie. L'ordinaire latino-américain. Dossier (Des)illusions des politiques multiculturelles, 204, 119-138.

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