Comunidad y América Latina: avances decolonizadores

44 comida chatarra. Un ejemplo al respecto, son las “Hallacas” en Venezuela, las cuales hasta el día de hoy son una comida comunitaria, que incorpora a toda la familia y los amigos a la preparación, durante las fiestas de navidad. Consiste en un preparado de carne y ensaladas, cocidas y envueltas en hojas de maíz y sujetadas con una cinta vegetal. Proceso que niños y adultos, mujeres y hombres ayudan a preparar, las cuales, una vez cocidas comen colectivamente y no sólo eso sino, que el número de hallacas es superior al necesario, de modo que las sobrantes son repartidas a los visitantes, a los vecinos y todo lo que alcance en el barrio, lo que contribuye a producir y reproducir comunidad. En otra dimensión también vemos esta circularidad, como es el caso del vínculo entre la vida y la muerte, como se decía anteriormente, relación en la cual se va de la vida a la muerte y de la muerta a la vida, viaje o transito que no consiste como en otras religiones en que la muerte es un viaje hacia el más allá, lejos, en el infinito y sin retorno, en cambio en varias culturas latinoamericanas los muertos permanecen en la comunidad, los cuales son convocados frente a ciertas necesidades o frente a ciertos ritos habituales que llaman al reencuentro, tal como señalamos sobre el Día de Muertos en México, donde se produce un convivencia alegre y festiva con los ancestros. A continuación, una fotografía que muestra el “Espacio Escultórico” que fue idea del escultor Federico Silva, inaugurada el 1979. Se encuentra ubicado en la zona del Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su diámetro exterior es de 120 metros. Dicha plataforma está construida a partir de piedra volcánica y sobre ella se levantan una serie de módulos de base rectangular con una altura de 4 metros.

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