Comunidad y América Latina: avances decolonizadores
36 (…) viven constantemente en el monte y en el agua, trasladándose de un lugar a otro a través de terreno difícil. Sería incómodo y posiblemente fatal andar cargando demasiados bultos. El Hax (Arakmbut) también se traslada con frecuencia, de manera que no conviene ir acumulando y guardando cosas, sino disfrutar de lo que hay y compartirlo de la manera más sencilla posible. La acumulación de cosas, además de ser impráctico, violaría el orden del mundo, tanto social como espiritualmente (p. 79). Shepard e Izquierdo (2003), señalan acerca del traslado Un residente de la comunidad de Yamybato del Manu recuerda como niño, en los años cincuenta, haber caminado diez días o más con su familia a lo largo de un sendero de las nacientes del Manu hasta la comunidad Andina de Allanga, en Cosñipata, para comerciar gallinas y otros productos y así obtener herramientas de metal y vestimenta (p. 117). Chavarría (2003) describe a los Ese Eja señalando “Considerados eximios navegantes, sus zonas de paseo, caza y recolección han llegado desde las cabeceras del Tambopata hasta los ríos de la cuenca del Beni en Bolivia” (p. 194). Como podemos observar, es una descripción de ríos, de corredores, con diferentes destinos, para llegar a un lugar, para los cuales no existen avenidas o calles, sino canoas, o en base a largas caminatas, que arriban a zonas controladas por diferentes pueblos, que conforman culturas diversas. Acercamientos a la Cosmovisión comunitaria Siguiendo los planteamientos de Pavón (2019), sobre las formas de vincularse con las cosas y con los otros por parte de lo que él llama Mesoamérica, es decir por las comunidades indígenas de esa
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