Comunidad y América Latina: avances decolonizadores

335 siendo una realidad por la que hay que vacunarse y ocupar mascarilla para cuidar nuestra integridad y la de nuestra comunidad, así como, favorecer los procesos de ciudadanía que amparan los cambios y transformaciones del Estado, a través de la participación activa. Es posible comprender y analizar el manejo de la Pandemia COVID-19 en Chile por parte del Ministerio de Salud, desde el modelo hegemónico en salud, y la triada de salud/enfermedad/atención, que explica por qué la salud es entendida, y atendida exclusivamente desde su dimensión somática, excluyendo las condiciones sociales y de vida que se relacionan con los procesos de salud y enfermedad. Si bien es cierto este paradigma, que se fundamenta en una larga tradición cientificista de las ciencias naturales y tecnificación de los campos de conocimiento, ha decantado no solo en la mejora de las condiciones de salud de la población, que sin duda se han logrado gracias al avance de las ciencias biomédicas, entre otras. Pero, a su vez, estos campos de conocimiento han fundamentado históricamente la exclusividad del ser biológico en la comprensión de la salud a nivel de análisis e intervención. Siguiendo a Madariaga (2008), no hay una salud, ni salud mental posible, en un contexto socio político, económico y cultural en que los derechos de las personas se encuentren restringidos, por lo que los procesos de ciudadanización de la vida, y de la salud corresponden a la principal respuesta, ante la persistencia en Chile de medidas sanitarias casi exclusivamente biologicistas.

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