Comunidad y América Latina: avances decolonizadores

320 Surge una construcción de subjetividad que se encuentra a su vez dada por la instalación de una espiritualidad, que opera en la lógica de la salvación individual, a través de una focalización en lo somático, reforzando el enlace exclusivo entre enfermedad, virus, cuerpo. Es así como, el dejar vivir en el modelo neoliberal, es sólo posible para ciertos tipos de cuerpos, aquellos que se encuentran normalizados desde las ciencias de la vida y economía. Por tanto, cabe preguntarse quién es el sujeto del modelo neoliberal. Al respecto el filósofo Byung-Chul Han (Han y Arregi, 2012), señala al individuo como “Sujeto del Rendimiento”, aquel que es soberano de sí mismo, que no se encuentra aparentemente sometido a nadie, solo a su propio esfuerzo, o a su capacidad para generar rendimiento. Entonces, el sujeto joven y productivo es aquel que participa del proyecto neoliberal, aquellos a quien dejar vivir, o que en el contexto de Pandemia tienen la posibilidad de sobrevivir desde su propio sacrificio o sometimiento, en contraste con los adultos mayores, que se encuentran excluidos de la participación social en tanto ya no son sujetos de producción. En esta población el Gobierno ha puesto el acento en la respuesta somática, pero, no en las determinaciones sociales que condicionan la salud, como, por ejemplo, en el empobrecimiento sistemático de las pensiones que han dejado a esta población en condiciones de extrema vulnerabilidad, limitando la intervención y foco del Estado solo a la intervención biológica, como es la priorización por las vacunas, pero jamás sobre el modelo de pensiones. El modelo hegemónico en salud se caracteriza por entender la enfermedad como una desviación del funcionamiento biológico normal, por tanto, la salud en este contexto de pandemia mundial tiene que ver directamente con la cantidad de ventiladores, evaluaciones disponibles (PCR), y vacunas. No con las condiciones

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