Comunidad y América Latina: avances decolonizadores

318 ha encontrado en el espacio neoliberal su principal fuente de validación y normalización. El modelo hegemónico en salud articulado desde el antropólogo Eduardo Menéndez (1998), se encuentra consolidado desde la triada de la salud, enfermedad y atención (s/e/a), que responde a una forma de entender la salud, el enfermar y la recuperación desde la mirada del modelo neoliberal. Implica que la salud se corresponde con un estado natural universal, lo normal en el hombre es estar sano, el enfermar, por el contrario, es alterar ese orden natural de salud y bienestar, aunque la experiencia de cuenta que, cursar por periodos de enfermedad es igualmente una situación natural en la vida de cualquier ser humano. Por otro lado, la atención responde a la tecnificación y especialización que ofrece un remedio específico, con un valor de mercado, vinculado a la enfermedad que altera el estado de bienestar. A su vez, otra característica distintiva del modelo hegemónico en salud, se encuentra en la construcción de la existencia de una causa biológica concreta a la hora de comprender el origen de una enfermedad. Por tanto, en el contexto de la actual pandemia por Covid-19, el enemigo es el virus y se esconde al neoliberalismo como racionalidad que constituye la muerte y la vida, al establecer diferencias en las condiciones sociales de base, en las que la población experimenta las cuarentas, como se señaló anteriormente. Para incidir en los cuerpos de la población, el modelo médico hegemónico se ha servido de herramientas como la estadística y la demografía, que permiten medir el comportamiento biológico de la población, facilitando establecer cuál es la norma y desviación de los cuerpos biológicos, así como las características de una vida estandarizada por los parámetros de la ciencia de la vida y la economía. El modelo hegemónico en salud se instaura en la subjetividad colectiva desde el supuesto de la neutralidad científica, que ampara

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