Comunidad y América Latina: avances decolonizadores

260 2019, es ostensible cómo una serie de principios, valores y reivindicaciones de distintos sectores sociales, ya sean pobladores, trabajadores subcontratados, mujeres, grupos medioambientalistas, entre otros, convergen en la idea de la necesidad de una “vida digna”. Si bien la “dignidad” todavía carece de un contenido político concreto, da luces de cómo principios ideológicos de distintos grupos rebeldes, antes aislados, pueden ser interpretados por una idea aglutinante y contribuir al nacimiento de una nueva comunidad en lucha de mayor extensión, con un contenido clasista vigoroso y necesario para su desarrollo. En los términos en que ha sido planteado el asunto, esta idea y su desarrollo determinarán el reconocimiento o no de los propios subalternos en la totalidad social. Por su parte, no menos notable es la inexistencia de un referente ideológico concreto —relativo al metabolismo básico hombre- naturaleza— que no sólo favorezca la identificación de un nosotros, con experiencias, valores y tradiciones comunes, y de un ellos, con intereses contradictorios a los nuestros, sino que permita la emergencia de una acción política, en la cual, casi de manera heliotrópica, las energías dispersas se vuelquen a un horizonte común. La ausencia de ello y, en efecto, de la posesión de una capacidad profiláctica en el campo de la disputa por el producto social, anula las posibilidades de transformación que puedan tener las comunidades, incluso suponiendo sus estadios maduros. Abandonando la tentación de reconstruir las ruinas del pasado, la edificación de este referente es uno de los desafíos más apremiantes para el desarrollo de las comunidades latinoamericanas y sus luchas; un referente que dé carne a las aspiraciones del presente y, cual vendaval, arrastre la historia hacia el progreso. Referencias Alcántara, M. (2004). Partidos políticos en América Latina: Precisiones conceptuales, estado actual y retos futuros . CIDOB edicions.