Comunidad y América Latina: avances decolonizadores

257 la presente propuesta es que el carácter mismo de los conflictos presentes en América Latina determinaría el desarrollo de estos bajo ejes clasistas. En este sentido, los movimientos y grupos de resistencia que han emergido durante las últimas décadas pueden ser comprendidos más como comunidades intermedias, como expresiones sectoriales de un antagonismo general en proceso de labranza, que como formaciones consolidadas y aisladas de procesos referidos a la totalidad social. Propio de una realidad compleja y heterogénea, el panorama latinoamericano cuenta con sectores en lucha muy distintos entre sí. Por un lado, si en la mayoría de las comunidades indígenas se manifiesta con vigor el rechazo a los ideologismos dominantes, muy probablemente resultado de un desarrollo cultural ajeno a la constitución de las culturas nacionales, aquellas comunidades e individuos que se ubican donde el influjo de las clases dominantes es más potente presentan mayores dificultades para la construcción de una ideología alternativa. En estas últimas, el individualismo y el mérito son el sustrato de su conciencia. Por otro lado, si bien la tendencia regional de las comunidades y grupos en resistencia es la subordinación a las instituciones dominantes, existen algunos que poseen grados de desarrollo tales que consiguen reemplazarlas. El EZLN resulta un caso de particular relevancia, pues las instituciones que de esta organización han surgido se proponen de manera explícita el remplazo funcional del Estado mexicano, presentando así la voluntad de consecución de una auténtica autonomía. No obstante, la emergencia de formas de economías solidarias, mecanismos de defensa territorial, organizaciones culturales, organizaciones de gestión de la producción, entre otras, son expresiones más modestas, esporádicas y menos conscientes políticamente de una búsqueda por la alternatividad. Por supuesto, como ya se mencionaba, no todas las comunidades en resistencia, oprimidos y subalternos encuentran su motivo principal en conflictos productivos; aquellas que se diferencian en virtud de su género o raza son ejemplos de ello.