Comunidad y América Latina: avances decolonizadores

222 las metas culturales de cada comunidad. Tanto así, es que la clase en el poder, muchas veces no tiene capacidad de control y definitivamente es sobrepasada por esta economía internacional manejada por el gran negocio mundial. Paradójicamente estableciéndose una relación social y comercial (directa), entre las trasnacionales y la población latinoamericana, dejando al Estado en el medio, como una suerte de emparedado. Expresándose así una primera evidencia de un desborde de la capacidad de controlar la situación, con la presencia de un Estado (latinoamericano) sobrepasado. Esta circunstancia, que se hace cada vez más estructural, se ve estimulada, con más leña tirada a la hoguera con el engaño que hace el sistema respecto de los acuerdos que ha establecido con la población. Desde la relación contractual que ofrece un beneficio, pero que dispone de una “letra chica”, que es una u otra clausula, que atrapa el “beneficiario” y le obliga a endeudarse por un porcentaje que se eterniza en el tiempo. Manteniendo además bajos niveles de salarios, pone a la población en una dramática situación que entra en dificultades de pago, las cuales puede en parte solventarse aumentando las horas de trabajo en todos los espacios posibles. Lo que conlleva un serio problema de salud mental, en tanto la vida media de la población concurre a trabajar y dormir sin poder desarrollar una vida humana en los espacios familiares y colectivos de la sociedad. Del mismo modo esta misma población es atraída a satisfacer necesidades superfluas, mediante la instalación comunicacional de una atmosfera operacional que empuja a la adquisición de bienes y de vivencias que conducen a la comunidad hacia el individualismo, el consumismo y en definitiva al alejamiento de sus reales necesidades comunitarias y culturales. Esta situación, es la que explica la revuelta social desarrollada en Chile en Octubre el año 2019 (Rozas et al., 2020) y en otros países de América Latina, como fue el caso de Colombia y, que llevó a la población a rechazar, a decir basta y a generar una movilización