Comunidad y América Latina: avances decolonizadores

143 de complicidad. Esta situación queda expresada en los siguientes relatos de reflexiones de la acción pedagógica en comunidades: Me parece que fuimos a la comunidad, pero vi que estábamos por hacer la tarea, estábamos bajo un tiempo y objetivos que no eran de la comunidad, no se dio del todo el proyecto, quisiera volver ahora con esto que aprendimos (Educadora 8). La comunidad y el territorio nos acogieron, aprendimos harto de su gente el territorio es amable y creo entramos un poco distantes, pero logramos hacer acciones en colaboración por los niños y niñas, yo aprendí harto de ellos y espero ellos de mi (Educadora 9). Estos relatos nos permiten reforzar las ideas del valor del territorio. Lo que resulta fundamental es enseñar el vínculo con lo social, esto nos llevará a emprender objetivos colectivos, de aperturas a nuevos conocimientos. Implicarnos en el territorio cobra relevancia en tanto localización de aprendizaje y construcción de conocimiento de quienes le habitan con actorías que participan en complicidad. Con y en el territorio circulan las palabras y un saber generacional, en que se reconoce el patrimonio como fuente de valoración de la historia familiar y local, dando valor al proceso de subjetivación del mismo. Enseñar el vínculo con lo social será por tanto un propósito a tener en cuenta para promover construir sentidos de comunidad, educación significada en el conocimiento y reconocimiento de la cultura, esa experiencia como señala Agamben (2003) es una semilla donde hiberna otra futura. Luego de mapear el contexto , reconocer y dar valor a elementos del territorio vamos implicándonos en el desarrollo de la acción y análisis crítico de la acción socioeducativa comunitaria , a través de diversos dispositivos de sentido. En tal sentido, el camino de cómo se logrará la acción con la comunidad no está determinado

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