Comunidad y América Latina: avances decolonizadores

11 tal como fue el caso en el octubre chileno. La situación estructural de injusticia y abusos legalizados de explotación laboral es percibida como un robo institucionalizado y el estallido se produce ante el incremento en el transporte público y las burlas oficiales ante las protestas. El movimiento social sale a las calles y se apropia el espacio público (el espacio de la política ciudadana), lo cual genera un sentido del poder ciudadano que se permite paralelamente apropiarse de los bienes de consumo que les son necesarios y también, una resignificación del patrimonio y la destrucción de monumentos de origen colonial. Se deconstituye el poder injusto y se constituye en la revuelta que es diversa, anticapitalista, anticolonial, feminista y en territorios defendidos se plasman comunidades vecinales y cooperativas agroecológicas. Como aplicación del buen vivir alternativo, hay un encuentro social y una nueva relación social en el espacio público apropiado y una reivindicación antipatriarcal feminista. Esto se da en un contexto que remite a lo que conocemos desde los años 60 con los aportes de Henri Lefebvre, como la práctica del derecho a la ciudad, en el que la ciudad es la calle y lo rural y urbano no se contraponen, sino que se compenetran habría que añadir. La versión actualizada es la de la conocida Agenda del derecho a la ciudad de la Plataforma Global por el Derecho a la Ciudad, como alternativa de lucha contra la injusticia social, la desigualdad, la exclusión, el despojo, la segregación espacial y todas las formas de discriminación, destrucción y privatización de los bienes comunes y la degradación ambiental. Con respecto a la pandemia se plantean en Estallido social, pandemia y ciberespacio: Un análisis desde la bio-psicopolítica las restricciones del estado de excepción, las relaciones con la biopolítica, el ciberespacio y la exclusión de la comunidad. Así, se plantea cómo el virus aumenta la desigualdad social entre clases durante la cuarentena y cómo la consecuente pérdida de ingresos y la escasez de dinero, condujo a que el descontento lanzara a la gente de nuevo a las calles y que fuera la solidaridad vecinal la que enfrentara la atomización de la vida, la autoinmolación por el trabajo más la

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=