Comunidad y América Latina: avances decolonizadores

106 configura un panorama articulado y resignificado socialmente, un concepto que ocupa un lugar subalterno a lo urbano. Lo rural, el pasado En el imaginario se señala que lo rural es más antiguo que lo urbano (Tuhiwai, 2016), aspecto que no necesariamente es cierto en la medida que cuando nace lo urbano, nace igualmente lo rural. En tanto la existencia de uno depende de la existencia del otro. Sin embargo, se afirma contantemente la idea que lo rural es lo más antiguo para finalmente decir que representa al pasado y más aún que este es el paso anterior a lo urbano. Es decir, que la secuencia evolutiva va de lo rural a un momento más evolucionado que es lo urbano. Para ello, se instala la idea de la evolución y esto asociado al tiempo, lo urbano es el presente y el futuro, lo rural es el pasado. Se acusa a lo rural de atrasado en tanto se encuentra más cerca del estado de selva. En tanto la selva da cuenta de la presencia de animales, de lo natural, de lo agreste. Además, en lo rural, el trabajo con la tierra, en labores de cultivo y cosecha, lo tradicional, sería una forma de vida de antaño. Muy diferente del trabajo de lo urbano que refiere a un trabajo con productos desarrollados por la sociedad, en espacios construidos por el hombre y que están nutridos por la tecnología. Lo rural visto como el pasado y aquella forma de trabajo con herramientas agrícolas tradicionales, el ámbito de las costumbres y ritos de antaño ; serían señales que esa es una vida antigua, de un tiempo pretérito, muy diferente de lo urbano que representa lo actual, lo que realmente se está viviendo hoy en día, mirando lo urbano como un marcador de lo que es la verdad y representa la realidad actual. Con ello también se invalida la memoria de lo rural. El recuerdo de cómo se vivía, de cómo se alimentaba la población, de cómo se

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