Comunidad y América Latina: avances decolonizadores
105 tránsito, una metamorfosis, que permite al Estado apropiase de la misma. Este proceso ha ocurrido en muchos casos en América Latina, y se encuentra muy documentado por Trejo (2011), en su texto Los desiertos en la historia de América . En el caso de Argentina se llamó la conquista del Desierto, o campañas del desierto, momento en que el ejército argentino por mandato del respectivo gobierno, inició un proceso de posesión de ciertas zonas, las cuales, si estaban habitadas, pero que en dichas campañas fueron eliminadas o marginadas hacia otros espacios. Igual cosa ocurrió en el caso de la mal llamada Pacificación de la Araucanía, en Chile (Marimán et al., 2006). Una medida similar se vuelve a tomar en Argentina en la zona sur en los inicios de la región de la Patagonia, en las cercanías del lago Nahuelhuapi (Curruhuinca, 1993). Situación parecida ocurrió hacia el fin del cono sur de América latina, en tierra del fuego, con la exterminación de varias culturas indígenas, totalmente habituadas a una vida en la zona. Pero, una vez desalojadas o exterminadas, la zona fue parcelada y apropiada por colonos, mestizos y extranjeros y transformada en tierra productiva e industriosa desde la perspectiva de los gobiernos en el poder. Uno de los casos emblemáticos de esta fue la “Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego” de la familia Nogueira y Braun, de origen portugués y ruso, localizada en 1874 en la ciudad de Punta arenas. Es así como el desierto, no es un desierto, sino que fundamentalmente es un constructo, utilizado en función de los intereses desarrollistas de las naciones con fines de justificar la invasión de tierras, indicando con dicha palabra la aparente ausencia de población, para luego transformar la tierra en una zona explotable, previa ocupación de la misma. El desierto, entonces, forma parte de lo rural, que, como un componente, junto a lo que es el bosque, la selva y otros lugares,
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