El impacto de la pandemia sobre las personas mayores

Lubben. Con respecto a las condiciones materiales que evalúa la encuesta, para el año 2019, cerca de un 10% de las personas mayo- res encuestadas declararon tener algún tipo de deuda bancaria, de tarjeta de crédito o con algún establecimiento comercial y cerca de un 33% declara continuar trabajando de manera remunerada. Más de un 60% toma 3 o más medicamentos diferentes al día y ninguno evalúa la calidad de las ciudades - en distintos ítem tales cómo áreas verdes, acceso a servicios, transporte público, entre otros - con más de una nota 5, lo que revela las dificultades que experi- mentan las personas mayores para habitar la ciudad. El estallido social de 2019, por una parte, posicionó políticamen- te muchas demandas de la población mayor, siendo quizás la más patente aquella por unas pensiones dignas que permitan a las per- sonas mayores no sólo llevar una vida digna en su vejez, sino que poder dejar de trabajar. Ciertamente muchas imágenes del estalli- do social dejan un hálito de juventud, pero lo cierto es que fueron miles las personas mayores que marcharon: marcharon por el fu- turo, pero también por el presente, por su presente y el futuro de los jóvenes que llegarán a ser viejos. Seguido del estallido vino la pandemia, y todas las desigual- dades y dificultades de las personas mayores se agudizaron. La misma ansiedad que sentían se multiplicó y agudizó producto del confinamiento, sus preocupaciones por “quedarse solos” en mu- chos casos se hicieron realidad, aislados por la falta de acceso a la tecnología o su fragilidad. Aquellas personas mayores obligadas a trabajar para complementes sus magras pensiones fueron dejados sin ingresos, y las ciudades evaluadas con no más de un 5, pasaron a ser ciudades de “1”, hostiles y difíciles de transitar y con grandes extensiones territoriales desconectadas. En resumidas cuentas: todo lo que ya sabíamos se agudizó y se realizó, de preocupación y ansiedad, a realidad social. En resumen, la pandemia puso en evidencia las condiciones so- ciosanitarias en que se desenvuelven las personas mayores, con- siderando los impactos del confinamiento en la restricción de los cuidados y el trabajo de las y los cuidadores para las personas que necesitan este tipo de atención. Sumado a la falta de alfabetiza- ción digital y tecnológica en términos de acceso a la información y tecnologías, de poder mantener vínculos de manera telemática con sus cercanos u otras personas, ha recrudecido el aislamiento SEPTIMA ESCUELA INTERNACIONAL DE VERANO SOBRE ENVEJECIMIENTO 2020 DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE.

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